martes, 3 de noviembre de 2009

LA VACACION DE CLOE

Por Mireille Escalante Dimas
Cloé se preparaba para su descanso en el Lago de Coatepeque (1), en
compañía de su hermana menor May y de Oscar, un español montañes de
Santander, cuarentón, a quien ella daba ordenes con una sola mirada, y
él las cumplía a cabalidad. El lago había regresado a su apogeo con la
leyenda de la “descarnada”. Contaban los aldeanos del pueblo, que en
las riberas del lago, a medianoche, en luna llena, se paseaba en
cueros, una extraña figura, casi esquelética, de pelo largo,
recorriendo a todas horas, los alrededores; falleciendo
instantaneamente aquél que no soportaba su fea y estrafalaria imagen.

Cloé, una mujer entrada en sus sesenta años, mayor dos años que May,
expresaba que a pesar de haber recorrido el mundo entero, conocer
lugares bellos, exóticos, - Spas exclusivos y selectos-, ella siempre
añoraba bañarse en las aguas medicinales, azufradas provenientes de
las entrañas del “Ilamatepec”.(2), en el Lago de Coatepeque.

Llegaron al Hotel EL LAGO, (3) donde solicitaron las dos habitaciones
que habían reservado con anterioridad; una para Cloé y May, y la otra,
para Oscar.

Lo primero que destacó Cloé fascinada admirando las aguas celeste-
verdes, cuyo oleaje besaba suavemente la orilla de blanca y fina
arena, fue el recibir la suave brisa acariciando su humanidad, y el
cálido clima que la envolvía sin llegar a sofocarla .

En el Hotel, había una piscina, pasillos decorados con plantas, y un
salón amplio cuyas puertas estaban adornadas de cortinas rojo cereza,
donde se albergaba el restaurante; y afuera un jardín de vistosas
flores que desembocaba en el largo y estrecho muelle artesanal
elaborado por tablas de madera de mangle. Al caer la tarde, y de
manera reverencial los tres, al ponerse el sol, le rendían culto
místico, cuando éste desaparecía en el horizonte, muy atrás de la
cónica arboleda, venerándolo como los antiguos egipcios.

Por la noche, admiraban el cielo despejado, con todas las estrellas
del firmamento, la luna llena con su cara redonda y plateada
iluminando el paraje, distinguiéndose las diferentes constelaciones y
galaxias.

El lugar escogido y preferido por las hermanas, Cloé y May, para
charlar incasablemente, era el muelle, al aire libre, donde las
palabras se iban con el viento, al son del oleaje rompiéndose
constantemente en medio del silencio; el tema favorito escogido, era
sobre los diferentes maridos que ellas, habían conocido en el
transcurso de sus vidas, hablaban de sus experiencias maritales;. May
recordaba nostálgica a Napoleón, su último marido, quien tristemente
falleció en un día de la fiesta de agosto (4) en 1955, murió debido a
un disparo, aún sin averiguar si fue suicidio, ó si fue asesinato;
Cloé , suspirando, expresaba que su primer marido, Ricky, siempre la
había apoyado incondicionalmente; absteniéndose luego de continuar sus
comentarios por respeto a Oscar, cuando éste se acercaba, ya que él
las atendía, sirviéndoles copas de champán rosado francés, vino
tinto, y variedad de tapas para picar.



Así permanecían hasta el inicio de la madrugada; retirándose
posteriormente a sus dormitorios; May, padecía de insomnio pero al
recostarse en la cama se hacía la dormida; Cloé, creía que había
conciliado el sueño, y con sumo cuidado salía sigilosa de la
habitación, en busca de Oscar. May, analizaba que por su edad
avanzada, Cloé caí en ridículo apeteciendo marido; sin embargo
llegaba a la conclusión lógica que quizá por Oscar ella se mantenía
activa sexualmente.

Después de transcurrido un tiempo prudencial en que Cloé se hubiera
escabullido del dormitorio, May iba en su busca. Instintivamente se
dirigió al muelle, donde al final de éste la encontró, con Oscar,
ambos completamente desnudos. May presenció una escena romántica, de
amor; distinguía la silueta de Oscar bajando al centro del placer, al
pozo escondido e íntimo de Cloé, mientras ella se movía
cadenciosamente, con sus piernas entre abiertas.

May, comprensiva y con un alto nivel de cultura, regresaba al
dormitorio, a conciliar el sueño pensando en la dicha de su hermana, a
la vez cuestionándose - ya que jamás
comprendió - los motivos de Cloe para esconder socialmente a Oscar
como su marido su compañero de vida, quien además le hacía amena la
vida brindándole momentos de gozo y alegría; May se contestaba que
tal vez era por la brecha de generaciones que existía entre ellos, o
para dar la imagen de ser una viuda decente y fiel, que le guardaba
respeto a la memoria de su último difunto marido, ó sería porque Oscar
carecía de un bajo nivel de cultura, pero sí sabía a ciencia cierta,
por lógica, que era un “burro” brindándole placer.

Al día siguiente, Cloé se levantaba a mediodía, cantando como un
jilguero, vistiendo coquetamente una batita casi transparente,
luciendo orgullosa su enmarañado triangulo. May, solamente observaba
como una mujer tradicional, a la usanza antigua, ella carecía de
trajes transparentes.

Al caer la noche, y con los destellos de los rayos de la luna
alumbrando, Cloé desaparecía largo tiempo del dormitorio y. May salía
a buscarla. En esta ocasión, la encontró tirada en el piso de tablas
del muelle, con la batita arriba hasta la cintura, y sobre ella,
Oscar, quien se movía ondulante y cadencioso. A pesar de la oscuridad
y de estar retirada, distinguió que él la tenía robusta e inmensa.
Entonces, comprendió la magia del amor que le profesaba Cloé,

Las siguientes noches fueron para May de insomnio, mientras que para
Cloé estupendas y de gozo..

A May le surgía la incógnita sobre la fogosidad de su hermana
sesentona, porque ella, que no llegaba aún a los sesenta, no se sentía
atraída para hacer el amor; reconocía que en su juventud había
disfrutado incansablemente, pero ahora estaba aplacada.

La semana transcurrió en el Lago de Coatepeque como una efímera luna
de miel para Cloé, en cambio fueron unos largos, cansados y tortuosos
días, para May.





LLAMADAS:

(1) Lago de Coatepeque, considerado como un hermoso lago, situado en
las cercanías de la población de Coatepeque, Departamento de Santa
Ana, El Salvador. Su formación es un cráter de un volcan extinto, con
conexión subterránea al Volcán de Santa Ana, el cual se mantiene en
actividad, sus aguas son consideradas medicinales debido al azufre.

(2)“Ilamatepec”., el nombre indígena con el que se conoce el Volcán de
Santa Ana.

(3) Hotel EL LAGO, hotel inaugurado en el Lago de Coatepeque durante
los años sesenta, catalogado como 5 estrellas.

(4)la fiesta de agosto, celebración nacional que conmemora al
Patrono de El Salvador, llamado DIVINO SALVADOR DEL MUNDO, el día 5 de
agosto, en San Salvador, El Salvador.

Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si
hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o
lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del
género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA
DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará.

sábado, 31 de octubre de 2009

LOS CELOS DE GLORIA

Por Mireille Escalante Dimas
En un lugar céntrico de la ciudad de Santa Tecla,(1) casi frente al estacionamiento de las ambulancias de FOSALUD (2) , de paredes verde manzano, se encuentra instalada en la casa antigua y solariega, de amplios salones y espacioso jardín, la oficina del Doctor Martír, un prominente e ilustre Abogado, cuya firma alberga la corporación de profesionales del Derecho, quienes prestan sus servicios al pueblo. Ahí, además de celebrar contratos de arrendamiento, traspasos de vehiculos automotores, escrituras públicas de compraventa e hipotecas de inmuebles, donaciones, mutos, matrimonios, de identidad, se atienden casos civiles, penales y de familia, los cuales se ventilan en los tribunales respectivos del Centro Judicial.
El Licenciado Franklin, uno de los abogados que formaba parte del directorio de Abogados; un acucioso litigante, encargado de los asuntos penales, con vasta experiencia, en el ejercicio de la profesión durante más de cuarenta años, vivía remozándose con la Reformas a los Códigos Penal y Procesal Penal. Diariamente acudía al Bufete para atender a la clientela, la cual se componía en la mayor parte del sexo femenino, ya que los procesados eran los maridos, o los hijos de éstas.

Para el veintiocho de octubre del dos mil cinco, una semana antes del día de difuntos,(3) y como defensor de Don Menche, se le había notificado la Audiencia Inicial por homicidio tentado, disparo de arma de fuego, privación de libertad, amenazas a muerte, lesiones, y una camándula de otros delitos. La victima, era la Yuly,quien no se presentó a la Audiencia, con solo este hecho, ya había ganado el caso el Licenciado Franklin, y Don Menche recuperaría su libertad.

Resulta que en una tarde, de esas tardes de cuando oscurece temprano en que las seis pareciera que fueran las ocho de la noche, y donde la luz eléctrica brilla por su ausencia, Don Menche en su finca LA COLINA, donde él se remiraba en su huerta (4), y en la variedad de guineos (5), observaba como buen agricultor, que estaba decayendo la cosecha, -las matas de huerta, no producían como deberían hacerlo,- descubriendo que de manera indiscriminada habían desgajado al azar, los racimos, y las hojas; éstas, para hacer tamales (6) . La preocupación mayor de Don Menche, era que la mata de huerta, por vestirse de sus frondosas hojas, no producía guineos. Fue entonces que decidió averiguar què era lo que estaba ocurriendo en su finca, y utilizó como táctica de presentarse por la noche a hacer rondas, la cual le dió un excelente resultado.

Solo con la luz que alumbraba la luna llena, vislumbro una silueta, resultando ser la de la Yuly quien afanada cortaba los racimos; Don Menche se enojó a tal grado, porque en ocasiones anteriores, como diez veces antes que la había encontrado dañando su huerta, le había prevenido que se abstuviera, fue por ello, que disparó al aire su pistola calibre 38, Smith & Wesson; el disparo fue nada más una alerta, y la Yuly se quedó inmóvil, aprovechando Don Menche para atarla con un lazo (7)a un mango (8) pequeño y delgado; los disparos se escucharon en la lejanía, y llegaron a oídos de los agentes destacados en un puesto de la Policía Nacional Civil, quienes inmediatamente se presentaron a la finca LA COLINA, encontrando amarraba al árbol a la Yuly. Por supuesto que ésta, al verlos, comenzó la escena de victima, se soltó en llanto, dando quejas de Don Menche, en ningún momento aceptó la Yuly culpa alguna sobre los estragos que desde hacía años provocaba a la huerta. Los agentes de la PNC (9) explicaron que particulares no podían hacer capturas, y que por ese motivo, llevarían detenido a Don Menche, quien sería puesto a la orden del Juzgado.

El Licenciado Franklin esa misma noche, casi en la madrugada se presentó a las bartolinas donde se encontraba preso Don Menche, iba acompañado de su auxiliares, dos jóvenes mujeres: Bruna, estudiante de último año de Derecho, y Celeste, Abogada. Ellas se consideraban pareja, se cuidaban mutuamente, e inseparables “amigas”. Bruna había escrito una carta expresándole su amor y pasión a Celeste; y èsta, irressponsablemente la cual guardó en medio del Código Penal del Licenciado Franklin, sin que éste se percatara. El papel escrito comunicaba lo siguiente:

“Cariño, te amo con locura; me haces una falta terrible. Quisiera estar siempre contigo.Te doy miles de besos”. Como firma, los labios estampados de una boca de pintalabios rojo voluptuoso.

Cuando él llegó casi en la madrugada a su casa, agotado, cansado, colocó su Código sobre el escritorio; su esposa Gloria,lo esperaba despierta, y manipuló el libro, cayendo al suelo la nota de amor.

El amanecer de ese día y en medio de su cansancio, se convirtió en un infierno; su esposa lo incomodó con celos infundados. Por vez primera durante sus cuarenta años de casado, se tambaleó su matrimonio. Le ocurrió un suceso inaudito, a él, un hombre serio, responsable en su hogar estable, quien con entera libertad y tranquilidad, se desplazaba a trabajar a la oficina y a los Juzgados de Santa Tecla, en compañía de la pareja de Bruna y Celeste.

La misiva, despertó los celos aletargados de Gloria, los que se avivaron. El, le explicaba pacientemente, y con lujo de detalles, que esa misiva pertenecía a sus auxiliares, quienes además de homofóbicas eran lesbianas. Gloria, cegada por ese sentimiento no aceptaba explicaciones. Veía la sombra de la infidelidad rondándole su hogar; sentía morirse de un ataque cardíaco provocado por los celos. Amaneció luego, en medio de la turbulencia irracional, y sin descansar, el Licenciado Franklin, se lanzó nuevamente a la calle para seguir trabajando.

Se presentó a la oficina, a atender a sus clientes, y ya cuando él se había retirado, el agente de seguridad del colega vecino, se acercó a informarle al Doctor Martir, que una señora sospechosa, de tez blanca, pelo corto y rojo, delgada, y posiblemente de unos cuarenta años, la había visto,haciendo “guardia”, desde las diez de la mañana a doce del mediodía, y por la tarde desde las tres hasta las cinco, y que lo ponía sobre-aviso por si era a él a quien vigilaban y evitarle una tragedia pasional, a fín de que tomara las providencias pertinentes.
En los días subsiguientes, se supo que la enigmática mujer, era nada menos que Gloria, quien espiaba al Licenciado Franklin.

No obstante, el ridículo que hacía Gloria de vigilar diariamente a su marido, al Licenciado Franklin, éste continuo presentándose al trabajo. Sin embargo, la última vez, que se le vió por la oficina, fue el día en que ella,Gloria,llegó intempestivamente al despacho, a hacerle un mayúsculo escándalo, una escena de celos porque lo había encontrado dando consulta a una madre acongojada que le habían privado de libertad a su hijo…

El Licenciado Franklin, abandonó el bufete y nunca más se le volvió a ver ahí.
Ahora èl atiende en su casa, y Gloria le sirve de secretaria.
Terminó las causas penales que tenía pendientes con las auxiliares, que le provocaron tanto lío por la carta romántica;tuvo que tomar esa determinación, porque prefirió su hogar; fue la única solución que encontró para aplacarle los celos a su mujer.

La oficina encontró a otro penalista..

LLAMADAS:
(1) Santa Tecla, la ciudad principal del Departamento de La Libertad, El Salvador.

(2) FOSALUD,- antes se le llamó Unidad de Salud ó Sanidad, en una clínica asistencial que depende del Ministerio de Salud.

(3)día de difuntos, es la fecha señalada como el día dos de Noviembre, y corresponde a la festividad de los fieles difuntos.

(4)huerta, corresponde al árbol de la familia de las musacéas, tronco recto, redondo y sin ramas, de hojas grandes verde claro, y puntiagudas; su fruto es el banano,(guineo) y platano.

(5)guineos, se le conoce también como bananos.

(6) tamales, empanada elaborada de maíz molido y cocido, envuelta en hojas de platanos; plato típico consumido y muy apreciado en El Salvador.

(7) lazo, cuerda o trenza de henequén; sirve para sujetar, amarrar animales y cosas

(8) mango, se refiere al árbol que produce la fruta tropical denominada “mango”.

(9) PNC, son la siglas que significan POLICIA NACIONAL CIVIL. Los agentes pertenecen a la Seguridad Nacional.

Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará.
Santa Tecla, 31 de Octubre del 2009.

sábado, 24 de octubre de 2009

PELIGRO EN EL MAR.

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS
En el Oceano Pacifico, sobre el kilometro 45 de la carretera del Puerto de La Libertad; se evocaban las Ruinas del Tazumal, había que descender por unas gradas elaboradas de una roca porosa y negra, para llegar a dos hermosas piscinas de agua salada, formadas por piedras irregulares y gigantescas, las que se llenaban con la olas de la marea alta. Una piscina, larga y profunda, y la otra, redonda, pequeña y no tan profunda. El agua cristalina de ambas, permitían ver a los graciosos peces multicolores nadando de un lado hacia otro, y en el fondo, en la arena. enterrados unos erizos negros, que apenas asomaban sus agresivas espinas.Tal como su nombre lo indicaba, había efectivamente abundante sol, y mucho mar.

A mí, en lo personal, me encantaba frecuentar ese paseo en compañía de mi hijo, un bebé de apenas dos años, y de mi sobrino, de veinte. En el maletero del carro, llevaba una hielera con bebidas, y comida preparada, suficiente; mi costumbre era llegar temprano a recibir los rayos solares y regresar cuando el sol en el horizonte casi desaparecía. Jamás nos podíamos aburrir con semejante paseo. Desde arriba consistía el paisaje, en dominar el Océano, viendo cruzar lanchas de pescadores; y abajo, al mismo nivel de las piscinas, disfrutábamos de sus aguas, donde permanecíamos sentados en las gradas adentro de las piscinas, recibiendo el suave vaivén de las olas.

En el portón de la entrada, quedaba estacionado mi vehículo, frente a el, había una ramada típica que daba una refrescante sombra, recibiendo la brisa marina; y en el suelo, enclavado un tronco de árbol, que servía de mesa con unas bancas de madera rústica para sentarse.

Mi costumbre era domingo a domingo, visitar ese paraje… Un domingo de tantos, por cierto, el último, me había adentrado a nadar en las aguas profundas de la piscina honda y larga, tranquilamente me la atravesaba en estilo dorso, libre, rana, y a veces chapoteando; soñaba en que me convertiría en una sirena de mar. Cansada de tanto ejercicio, bronceada por el sol, ardiéndome la espalda y brazos, me sali a descansar, cuando un lugareño, un joven que cuidaba el lugar, me comento:

-Señora, con Ud. estaba nadando un tiburoncito!-

Me quedé aterrorizada con semejante comentario, y le repliqué:

-¿Quiere decir que era un tiburón pequeño?-

A lo que él asintió.

Nunca más en mi vida volví a nadar en esa piscina, ésa fue la última vez.
Sin embargo, por la tarde me dispuse disfrutar de la otra piscina redonda, pequeña, la cual era profunda solo en mareas altas, cuyas olas penetraban seguidas, trás una, venía otra, y otra incansablemente.

El día lo pasé agradable, en unión de mi familia. A mi hijo, le gustaba jugar con el agua, y pasábamos horas y horas en ella, sin enfermarnos porque –según consejo del médico- el clima era puro, sin contaminación, además era recomendable para el bebé, éste padecía de asma. Enfermedad de la que se curó para siempre, gracias al Dr. Jose Ernesto Ortiz, un eminente Neumólogo.

Tantas veces llegamos a disfrutar de tan bello lugar, que jamás se me hubiera ocurrido ni siquiera remotamente que era ni más ni menos, una trampa mortal.

Las personas que cuidaban el sitio, me comentaron que hacía un par de años, advirtieron a una señora que al mar se le respetaba en las mareas altas… pero ella, desafiando la marea alta, no le prestó atención a la advertencia, respondiendo que sería cuidadosa al respecto, decidiendo adentrarse a la piscina pequeña, sorprendiéndola entonces una fuerte e inmensa ola proveniente de las entrañas del mar que la sacudió con violencia, provocándole golpes bruscos en su cabeza al estrellarla a la orilla de la piscina, y perdiendo inmediatamente el conocimiento; cuando la lograron rescatar, estaba muerta.

Con el hecho de haber compartido las aguas con un tiburoncillo, y con esa historia, opte cambiar de paseo dominguero.

Mi hijo, tiene 28 años, y jamás volvimos a visitar SOL Y MAR.
Tiempo después, lo encontré convertido en un hotel precioso, y con nombre diferente.

Albergaba piscinas de agua dulce, para adulto e infantes; y conservaba naturalmente las dos antiguas piscinas prehistóricas, en el acantilado, piscinas a las que los visitantes si deseaban podían tener acceso. Por supuesto, que ahora, se gozaba hasta de música en vivo, restaurante de comida internacional, totalmente distinto a aquel lugar agreste que yo visité antaño.

Fue en esta vacación de agosto, que mi amiga Margara con su familia, compuesta por sus dos hijos, sus suegros y esposo, decidieron llegar visitar el lugar, buscaban diversión, y encontraron la desgracia.

Solamente los dos hijos, llamados por la naturaleza, descendieron por la gradería de roca, y se adentraron a nadar a la piscina de agua salada, la pequeña y redonda, cuando una ola, de esas olas enormes y violentas los tiraba sin rumbo, a la deriva, tratándolos como muñecos de trapo; el abuelo de los jóvenes,- suegro de Margara-, apreció el peligro, y fue en rescate de uno de ellos; el esposo de Margara,- padre de los chicos,- también se adentró a salvar al otro muchacho… si, ellos, los jóvenes salieron ilesos, y asustados; no así los señores.

El mar se cobró con la vida de ellos. La muerte fue inminente, estrellándoles sus cabezas con la orilla de la piscina formada de roca, golpeándolos incesantemente, hasta dejarlos inconscientes. La diversión se había convertido en tragedia.

Yo, desde un inicio comprendí que en tan bello lugar, a pesar de la atracción cautivadora encerraba un riesgo. Tal pareciera como si nuestros ancestros, los pipiles mareños, de esos acantilados hubieran hecho un santuario a sus dioses, ofreciéndoles sacrificios humanos. Se palpa la presencia maligna disfrazada de la belleza natural, donde almas en pena, acechan sobre las vidas humanas.
Desde esta última desgracia, ignoro si clausuraron o no, esas piscinas de agua salada. Pero definitivamente, es un lugar tetrico.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

domingo, 18 de octubre de 2009

NANET LA COMPLACIENTE

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Era una tarde calurosa, pero en las instalaciones del supermercado de la Escalón Norte (1) el clima era agradable debido al aire acondicionado. Había ido de compras para abastecer la despensa de mi hogar, y resulta que no pude hacer las compras, por un imprevisto. A las personas las conozco siempre en diferentes lugares, en la calle, en los almacenes, en los bares. Así que no es de extrañar que haya entablado conversación con un desconocido, además, pude observar que no era un loco… y por su profesión, un hombre muy saludable!

Primeramente, me distraje de mi cometido porque me dirigí a la góndola donde exhiben siempre los best-sellers en español, y justo parado enfrente del estante de libros, estaba un joven atlético, de más o menos de mi misma edad, veintiséis años, y tenía en sus manos a EL PRINCIPITO en edición de lujo, sin conocerlo me le acerqué y entablé conversación con él..

-Es primera vez que lo encuentro en papel bond y con ilustraciones coloridas, pareciera un libro escrito para infantes, pero no lo es; su contenido filosófico, lo hace ser de los pocos libros que siempre están de moda, jamás pierden su actualidad- le externé.

-Me llamo Domingo Sarmiento, igual que todos los argentinos, soy futbolista profesional del Velez Sarsfield, acabamos de tener un juego en el Estadio Cuscatlán… Sí, conozco este libro, desde la primera vez que lo leí, me gustó mucho… el final es impactante, cuando la serpiente muerde al Principito, y la estrella está justo arriba de él.-

-Imaginate Domingo, que hasta Hugo Chavez Frías, sí, el Presidente de Venezuela ha condenado a la hoguera muchas obras literarias, entre las cuales se encuentra EL PRINCIPITO, todo porque contempla en sus historias a un dictador, que le ordena al Sol alumbrar a su planeta, y lo mismo, también le ordena que desaparezca… Es risible, porque cuando fue escrito allá por 1942 ni siquiera había nacido el Presidente aludido- le comenté medio sonriente.

Agregándole, -Soy Nanet, soltera y sin compromiso y ejerzo la Abogacía actualmente, siempre me he destacado en el ejercicio libre de la profesión… Nunca pude incorporarme a un oficina como empleada. Tomé muy en serio eso de la liberalidad de la carrera de Derecho.

Por un instante sentí que nos besamos con la mirada, sus ojos se posaron en los míos, y yo me estremecí de pies a cabeza; inmediatamente hubo química entre nosotros; ese hombre alto, fornido, de cuerpo fuerte, rasgos europeos –de descendencia italiana, según explicación que me dió: hijo de padres italianos radicados en la Argentina- , pelo quebrado color negro azabache, ojos cafés rodeados de espesas pestañas, y con una voz varonil que parecía cantar al hablar me atraía locamente; olvidé mis compras y me dispuse seguirlo a la caja; como todo un caballero, me sorprendió obsequiándome el delgado libro que llevaba entre sus manos e invitándome a tomar una taza de café… la cual por supuesto acepté sin titubear, expresándome que debíamos estar en un lugar íntimo para conocernos mejor. Mi felicidad desbordaba en ese instante, no tenía limite mi alegría; lo extraño, es que ya le había leído la mente, y conocía de antemano la sugerencia.


Nos subimos al taxi –tuve que dejar mi vehículo aparcado en el estacionamiento del supermercado, planeando recogerlo luego; pensé que de todos modos, cierran a las doce de la noche. Además existe la costumbre de que muchas mujeres comprometidas, la mayoría de ellas, casadas, acostumbran a dejar sus vehículos estacionados, para irse con los amantes, y regresar después; al vigilante le entregan una propina por cuidar los carros. Yo conocía esta práctica, más nunca se me había presentado la oportunidad de hacerla.

Nos fuimos directamente al motel más cercano. Dulcemente, -pude compararlo con otros hombres con los cuales he tenido aventuras sin compromisos, solamente disfrutar por disfrutar de la vida- y éste era de maravilla, un hombre bien cuidado parecía un artista de cine, un galán salido de una película.

Domingo, con el poco trato que tuvimos. intuía que se encontraba ante una joven mujer, culta, de buenas costumbres, agradable, rellenita de busto y caderas, marcada con una cintura delgada, y además olorosa a Givenchy, que le despertaba sus instintos animales.
Tal vez los jugadores puedan ser considerados como máquinas, robots, entrenados para correr en una cancha de fut… pero él era diferente. Yo estaba consciente que después de ese día, no lo volvería ver, él se regresaba a Buenos Aires al día siguiente, y como un souvenir accedí obsequiarle amor y sexo. Estoy cien por ciento segura que después de ese estupendo encuentro, me recordaría para siempre.

Disfrutamos del instante, de las caricias que mutuamente nos hicimos delicadamente, él me daba masaje en mi cabeza frotando con las yemas de sus dedos mi cabello, despeinándome y a la vez, como si estuviera peinándome. Nos dimos besos franceses – de los que tanto me agradan y prefiero-, de esos donde su lengua se adentra en mi boca. Recuerdo su piel penetrándome en la mía reiteradamente hasta el cansancio. Luego de un cuarto de hora, nuevamente volvimos a encendernos con esos besos lascivos, y él con sus labios pulgada a pulgada –en agradecimiento por haberlo acompañado, y complacido- recorría mi delgada humanidad, mis redondos pechos y mis glúteos abultados emulando la cordillera del Balsamo. (2)

En todo momento, tuvimos sexo dentro de los estandares de la normalidad que una pareja practica, nada fue extraño, y naturalmente con la protección debida… porque dicen que anda por ahí una serie de bichos que se meten en la sangre y termina uno muriéndose de forma dolorosa.

Me devolvió donde se encontraba mi coche estacionado, y con un beso largo, largo de despedida, nos dijimos adiós… sin cruzar teléfonos ni direcciones. Mis labios aún recuerdan. al sensual Domingo. Increíble, estaba orgullosa de agrandar para mi colección, hasta un jugador de futbol.

LLAMADAS:
(1)Escalón Norte, es una colonia selecta de San Salvador, El Salvador.
(2)Cordillera del Bálsamo, la conforman muchos árboles de bálsamo, creando una especie de bosque que atraviezan el Departamento de La Libertad.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

lunes, 12 de octubre de 2009

LA ASTUTA ALONDRA

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS
Hace cuarenta años en un domingo de Resurrección, día caluroso escuchando el cántico de la cigarras y un cielo limpio de nubes, con vientos soplando suavemente, mi madre, doña Ursula ,auxiliada por la Tancho, la partera oficial del Cantón, me trajo al mundo a la una de la tarde en el Casco de la Hacienda Metalío (1). Precisamente por la fecha de mi nacimiento, se inclinaba mi madre a llamarme “Chon”, pero mi padre don Hermes, no se lo permitió, y como él era quien iba a asentar la Partida de Nacimiento, me escogió el nombre de Juan Carlos, como el del Rey de España.

Así como cuentan las historias los hijos de diplomáticos, que ellos habían nacido en los países mientras sus padres prestaban servicio en el exterior, desempeñándose en misiones de Embajadores, yo me jactaba de expresar que había nacido en El Salvador, en la costa occidental del Océano Pacífico, cuando mi madre disfrutaba de sus vacaciones de Semana Santa.

Estudié mi primaria y secundaria en San Salvador, en el mejor colegio de varones. Me disciplinaron los Maristas; cuando obtuve mi bachillerato, estudié en la Universidad Nacional de El Salvador, la carrera de Arquitectura; siempre viví en pupilajes, y me dedique al estudio, destacándome por las calificaciones sobresalientes, a grado tal que obtuve los mejores lugares en mi curso.

A los veinticinco años de edad, siendo un joven profesional, ingresé por mis aptitudes a trabajar en las oficinas del Ministerio de Obras Publicas; con mis compañeros empleados me llevaba de maravilla. Ellos me enseñaron a tomar licor y cerveza; al inicio yo los acompañaba con Coca-Cola, luego, a degustar una Pilsener…(2); poco a poco, fui adquiriendo la costumbre de irme con ellos, todos los viernes a la cervecería El Mundial, llamada así, porque en televisión de pantalla gigante pasaban los partidos de fútbol de la Copa Mundial Europea.

No es por nada, pero me describo como buen mozo, alto, fornido, blanco, y por mis venas corre sangre aria; soy además nieto del Coronel Alemán Von Brumfort. Las mujeres están casi siempre a mi acecho, pero no les hago caso. Me interesaba conservar mi soltería para disfrutar de la libertad. Un dia de tantos, tropecé con Alondra, a quien conocía solo de vista en el Ministerio donde ambos trabajábamos, pero en diferentes secciones. Ella, siete años mayor que yo, mujer vivida, era delgada, lindando con la desnutrición, de piel morena oscura, y pelo estilo Pocahonta (3)… se me acercó, estando yo completamente ebrio, se me insinuó en la cervecería sin importarle que mis compañeros estaban presentes. Costumbre que ejercía haciendo el amor cuando alguien le agradaba; con el correr del tiempo mis amigos, me comentaron esa practica. Lamentablemente este descubrimiento fue demasiado tarde- para mí.

En esa ocasión acepté irme con ella, es posible que por el alcohol tergiversara mis deseos, y confundido por mis instintos animales, accedí a sus proposiciones, además la vi interesante, hermosa como una diosa indígena, cuando realmente era completamente todo lo contrario, asustaba su delgada figura, pareciendo un espanta-pajaro, diríase que el Quijote de La Mancha era gordo comparado en ella.. Llevé a Alondra al motel situado de la “calle de los locos”, (4) llamada así, porque dicen que los hombres que manejan vehículos entran hablando solos, debido a que las mujeres, suelen agacharse para que la cámara oculta del motel no les capte sus rostros…

Como todo hombre ebrio, la disfruté sexualmente. Reconozco que me porté macho, muy macho. Ella no tuvo recato alguno, se comportó como una mujer fácil, acariciaba mis genitales con su boca, resaltando extraordinariamente el hueso de su pubis más de lo normal, lo que me ocasionaba un placer indescriptible; se aprovechó de mi estado de embriaguez, me galopó al estilo de Federico García Lorca, “sin bridas y sin estribos”. Amanecí al siguiente día, enlazado con mis piernas a las suyas, abrazado tiernamente con ella en la cama, y con una cruda terrible. Al despertar, y volver a mi conciencia, me sorprendí al ver a Alondra a mi lado; le pedí cortésmente que se duchara, se vistiera porque nos retiraríamos sin compromiso alguno. Juro que esa fue la única vez, que tuve contacto sexual con ella; es más nunca más la volví a ver. Como mujer, no llenaba mis expectativas, no me atraía en absoluto ni física ni espiritualmente…

Al año de ese encuentro, fui citado a comparecer a la Procuraduría General de la República, al Departamento de Relaciones Familiares, a reconocer una hija… de Alondra.
No puede ser, le expresé a la Jefa del Departamento, esa niña no es mía… pido se le haga el examen de ADN. La Jefa que atendió el caso, me explicó científicamente que bastaba con una sola vez la pentración para que el espermatozoide fecundara al ovulo; que para evitar un embarazo no deseado, debía prevenirse el contacto físico sexual; que mi acatitud había sido muy a la ligera, sin ningún tipo de responsabilidad.

Al mes, me vuelven a llamar, para comunicarme que el examen dió positivo.
No conforme con el resultado, pagué un laboratorio para que realizaran nuevamente ese examen de ADN.con el objeto de investigarse que esa chiquilla no era hija mía; pero, vuelve el resultado a ser positivo. Sin embargo, abrigando aún la duda de paternidad, busqué otro laboratorio, y volvió a dar el resultado positivo.

La pequeña era morena, negra como un carbón, y yo completamente blanco; de facciones totalmente distintas, ella, tenía la cara de “mona araña” (5), y yo, de caucásico.

No me quedó más remedió que aceptar darle mi apellido, y manutención aunque la niña no se parecía a mí, en lo más mínimo… era igual que su madre, extraída de las selvas de Meso-américa. Llevó ya manteniéndola desde hace 17 años, y me han comunicado, que me falta mucho tiempo más hasta que ella obtenga un grado académico.

Tener hijos así, no vale la pena. Las veces que he visto a la chiquilla, es cuando son las audiencias del Juzgado de Familia, donde la madre ufanamente, llega a reclamarme alimentos para su hija. Aún no concibo como esa pequeña sea mi hija, solo porque la ciencia así lo dictaminó; para mí, es una persona particular, que no tiene arte ni parte mío, además no hay un asomo de amor, ni una palabra de cariño… es alguien extraña, alguien que por una desgracia del destino se convirtió en mi hija.

Por culpa de ese desliz, mis novias me abandonan cuando se enteran de las citas de la Procuraduría, ellas, no quieren a un hombre emproblemado, aunque yo les explique una y otra vez, que se aprovecharon de mi inocencia, de mi inexperiencia de juventud.

En esta época moderna, donde la Ciencia es certera, debemos cuidarnos nosotros los hombres de esas mujeres aprovechadas… si yo no hubiera sido Arquitecto, ni hubiera tenido mi trabajo garantizado, con toda seguridad Alondra no se hubiera fijado en mí, y no me hubiera hecho un hombre infeliz. En lugar de propiciar un ambiente de amor, Alondra lo convierte en hostil; en vez de acercarme a ella, más me ahuyenta; solo recibe mi desprecio. He llegado a conclusiones que el sorteado fui yo, pues posiblemente ya antes Alondra había intentado embaucar a otros hombres, pero no había podido.

LLAMADAS:

(1) Casco de la Hacienda de Metalío, casa amplia patronal desde donde se administra la propiedad, situada en el Cantón Metalío, jurisdicción de Acajutla, Departamento de Sonsonate, situada en el Océano Pacifico.

(2) Pilsener, cerveza de bebida nacional de El Salvador.

(3) Pocahonta, personaje de mujer indígena de Norteamérica de la época de colonización; representada por Walt Disney en película infantil.

(4) “calle de los locos”, carretera que se incia rumbo al Puerto de La Libertad, y donde se encuentran mucho moteles.

(5), “mona araña”- simio pequeño que habita en las montañas de Centroamérica.

Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

domingo, 11 de octubre de 2009

CELANDO A CASANDRA.

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Casandra entrada en sus treinta años, recordaba aquellas palabras proferidas por su difunta tía Greta: y que le retumbaban en la cabeza ”Te quedas a vestir Santos ó a desvestir borrachos”. A pesar que no creí en el matrimonio, le agradaba la idea de formar un hogar de unión libre. De los varios amigos, debía escoger uno que no estuviera comprometido, ni casado; su búsqueda para encontrar marido se había vuelto esencial; y por ser supersticiosa, usaba diariamente ese peculiar perfume cuyo aroma solo en las iglesias se advierte, despidiendo a su paso, olor a incienso..

Ernesto cada vez que la veía, sentía atracción por el aroma, le recordaba la espiritualidad, elemento del que él carecía.

Sus amistades, reconocían que ella tenía buen carácter; era jovial, hacendosa, y atenta, además de ser buena moza, conservaba un elegante y espigado cuerpo, el rostro de perfil griego, ojos vivos color café oscuro; labios de rubí carnosos e insinuantes , nariz larga y estrecha como el de una diosa griega, saludable, animosa, activa, con un trajin de ir y venir de un lado a otro en sus quehaceres domésticos, aceptaba las costumbres modernas. Ernesto le propuso la unión libre y ella aceptó dispuesta a formar su hogar...

Encontraron un pequeño apartamento, más parecido a un estudio de pintor, muy cerca de la Plaza Las Americas donde se encuentra el Monumento de El Salvador del Mundo(1), y de una prestigiosa Universidad, ahí formaron su nido de amor. Los primero días los pasaron de maravilla, todo era amor, besos y comprensión; se estaban amoldando a su nueva vida.

Ella, Profesora de Párvulos, tenía el turno matutino en el Kinder Rosa, y se presentaba a laborar puntualmente; él, bohemio, artista, con un trabajo temporal, y lo hacía solamente cuando le solicitaban sus servicios. Practicaba diariamente tocar el arpa uruguaya, instrumento de 36 cuerdas, de uso escaso en El Salvador, dícese de la músca de arpa, que su melodía nace del corazón. Ernesto, un guitarrista experimentado, viajó a Uruguay a estudiar arpa, y en un período bastante corto, a su regreso, comenzó a dar conciertos en lugares exclusivos, contratado por personalidades –de la sociedad; en cada presentación se hacía acompañar de su amadísima mujer, Casandra, y de su hijo Abel, quien era el encargado de llevar el instrumento a la sala de presentación., él era hijo de su matrimonio anterior. Los conciertos de arpa atraían admiradores, esa música de cuerdas pronto le abrió campo dentro del ambiente social, unos porque realmente admiraban esa música, otros, por curiosidad.

Los problemas comenzaron cuando Casandra, llegaba minutos tarde al apartamento, debido al tráfico excesivo, entonces Ernesto la amenazaba diciéndole a gritos, que ese año sería el último que trabajaría en el Kinder; que se debía abstener de maquillarse debido a que o era un evidente coqueteo con el Director o daba lugar a que la confundieran con una de las trabajadoras del sexo, que su cabello debía peinárselo sencillo, le indignaba que se hiciera el manicure, que las faldas debían ser largas, porque las que usaba no eran apropiadas para una mujer comprometida; que jamás debería salir sola a la calle; que siempre tenía él que acompañarla para hacer las compras en el super-mercado; y el colmo, es que le quitaba el dinero de su sueldo.
Aquel dulce hogar, poco a poco, se convirtió para Casandre en un infierno. Todos los días de Dios había discusión entre ellos. En esas ocasiones, Ernesto intuía que había sido ordinario y rudo con ella, y para disculparse, la alzaba en brazos llevándola amorosamente al dormitorio, donde delicadamente la recostaba, la besaba dulcemente, le buscaba los pechos para acariciarlos, y le cantaba al oído versos románticos llamando al deseo…

Casandra presentía que esa unión libre, no iba a durar ni tan siquiera un año.. Ernesto de la noche a la mañana se había convertido en un ogro. Siendo ella una mujer inteligente, analizó el cambio de temperamento de su marido, y descubrió que cuando ella dormía profundamente por las noches, él se escapaba al bar contiguo, a tomar licor; él regresaba sigilosamente. De tal modo que cuando amanecía, ella se iba a trabajar, y él se quedaba durmiendo… La conducta de Ernesto era debido al alcoholismo gradual, el alcoholismo que él supo esconderle cuando fueron amigos, pero que con el tiempo le brotó, como lo hacen las raíces de un árbol de hule (2). Casandra comprendía que ante esa enfermedad, ella era impotente, a pesar del amor y cariño que le profesaba, comprendía que la separación era la única solución.

Ella temía comunicarle a Ernesto su decisión: la separación, pero como su miedo se lo impedía, buscó el consejo experto de la Dra. Anabel Espino, una Psicóloga de renombre, famosa por haber salvado matrimonios al borde de la separación, y quien el Padre Chicho de la Iglesia Catolica de El Carmen la recomendaba. como una excelente profesional.

El dictamen de la referida profesional, fue que la vida de Casandra corría peligro, en un momento de locura de celos, Ernesto podía matarla. Sobretodo, que el país,(3) había sido señalado como el que tiene más índices de criminalidad, y de violencia en América Latina, pudiendo esta circunstancia afectarle a él; por lo que le recomendó a ella, ir de manera inmediata a presentar la denuncia contra su marido a la Delegación de la Policía Nacional Civil, ya que a sabiendas y que con seguridad, esa tarde, a las seis, se repetiría la macabra escena. Ella solicitó que la acompañaran y que cuando escucharan las voces altas, los gritos proferidos, que ella les abriría la puerta para que se lo llevaran preso por “violencia intrafamiliar”.

El caso se ventiló en un Juzgado de Paz de San Salvador. Ernesto como un corderito, le clamaba piedad a Casandra, le pedía perdón…le juraba amor eterno, y que jamás volvería a humillarla, a maltratarla. Cuando la Audiencia se instaló, la Jueza dictaminó la separación de ambos convivientes, prohibiéndole a Ernesto que no se le fuera a acercar a Casandra por ningún motivo. Ella se regresaba a vivir con su madre, y se separaba rotundamente, de por vida y para siempre de Ernesto. A raíz de esta amarga experiencia, Casandra se decidió dedicar su vida a “vestir Santos”.

LLAMADAS
(1)Plaza de Las Americas de San Salvador, El Salvador, esta ubicada sobre la Alameda Manuel Enrique Araujo y Paseo Escalón, y ahí en ese lugar, se encuentra el Monumento de El Salvador del Mundo.

(2) árbol de hule, árbol del cual se obtiene el hule, es frondoso de hojas verdes y grandes, con raíces principales sembradas y muchas flotando encima.

(3)el pais, se refiere a El Salvador,Centro America
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..


Santa Tecla, 11 de Octubre del 2009..

domingo, 4 de octubre de 2009

EL PASEO DE CANDY

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Acababan de asolar en El Salvador, los terribles terremotos del 13 de enero y de febrero del dos mil uno, quedando las casas por el suelo; San Marcos fue una de las ciudades mas devastadas, razón por la que el Juzgado de Primera Instancia de San Marcos, tuvo que trasladarse a una quinta espaciosa, localizada en el kilómetro ocho, sobre la carretera que conduce a Los Planes de Renderos.(1) . Los salones interiores se adecuaron para oficinas; en el exterior, se apreciaba la magnificencia de la naturaleza, con los pinos y cipreses centenarios, respirándose el aire puro - sin la contaminación del humo de los escapes de los vehículos-; el clima fresco y agradable de montaña perduraba durante del día. En dicho tribunal se ventilan casos civiles y penales.

Candy, como Fiscal de Planta adscrita a dicho tribunal, permanecía en ese lugar las ocho horas laborales. Era una joven Abogada atractiva, de labios sensuales, tez blanca porcelana, mejillas rosadas, cabello amarillo, de ojos extrañamente enormes color miel, pestañas abundantes y rizadas, por lo que su parecido asemejaba más a una extranjera que a una salvadoreña; de estatura mediana, ni alta ni baja pero bien marcado en su cuerpo sus redondos pechos, cintura estrecha y caderas prominentes. Todos los hombres la admiraban en silencio, y murmuraban -Qué atractiva, y qué amable, además, soltera y sin compromiso- . Sus compañeros de trabajo habían comprobado que no tenía esposo, ni novio, y que a su lado estaba su recién viuda madre.

.Entre sus admiradores secretos se encontraba Luis Maceda, a quien se le podría catalogar como buen mozo, alto, muy alto y corpulento, cinco años mayor que Candy. El acostumbrado a llegar diariamente al Juzgado, a agilizar un trámite que por razones de su trabajo se ventilaba en ese tribunal, aprovechaba siempre conversar con Candy. Después de varios días, Luis, entabló confianza y con el objeto de agradarla, le llevaba a obsequiar : melcocha y canillitas de leche (2), los cuales ella coquetamente los aceptaba, y demostrándole su agradecimiento, frente a él, los saboreaba lamiéndolos con su diminuta lengua, hasta engullirlos en su totalidad.

Un día de tantos, Luis no pudo resistir más ese sentimiento que en su interior le quemaba, y lo impulsaba a acercársele más a Candy, así que un día se envalentonó y sacando fuerza de flaqueza, la invitó a dar un paseo al Parque Balboa (3). Quedaron de verse a la salida de su trabajo, a las cuatro de la tarde; él la pasaría a recogerla en su pequeño Jeep el día Lunes, porque efectivamente ese día no había señalada Audiencia, lo que significaba que no había ninguna pena de que pudiera prolongarse la hora de salida. Para Luis, el sábado y domingo fueron los días más largos de esa semana. El estaba ansioso porque fuera ya el día lunes. Había practicado frente a un espejo de cuerpo entero, una y otra vez, las palabras que pronunciaría para seducirla, para encantarla.

Candy, un año antes había tenído una amarga experiencia por aceptarle a Ricardo Toledo, un tosco litigante, la invitación que le hiciera a comer pupusas en el Mirador de Los Planes de Renderos (4). Efectivamente, ella recuerda que inmediatamente después de comerse las pupusas (5),le quiso cobrarse la atención, insinuándole que la llevaría a un lugar a descansar… Ella, le expresó, que no se sentía cansada, y que la fuera a dejar a su casa. Eran días de invierno, resultando un clima variable, en cuanto hacía un calor insoportable, llovía torrencialmente a cantaradas (6). Ricardo, enfurecido, y a excesiva velocidad inició el descenso hacia San Salvador, y fue tan poco caballero, que al nomás llegar a la ciudad por la ruta de la Autopista de Comalapa (7), justo a la altura del Estadio Cuscatlán (8); tuvo el descaro de pedirle que se bajara de su vehículo, bajo una fuerte tormenta. Candy le obedeció… se encontró perdida, no conocía las rutas de los buses, pero ello, no le preocupaba, era más grande el dolor interno causado por la herida inflingida en su corazón, que soltó en llanto; las lagrimas se confundían con la lluvia rodándole por las mejillas. no sabía si lloraba por humillación ó por cólera; pues en su interior, sentía que Ricardo la habia mancillado, intentando abusar de ella, que la había maltratado como a una cualquiera. Al fin, encontró, después de caminar mucho, la parada de buses, que la llevó a casa. …
Al día siguiente en el Juzgado cuando se presentó a su trabajo encontró a Ricardo tan sereno y tan fresco, que hasta alegremente intentó saludarla, pero ella, muy digna ni siquiera le dirigió la mirada, y mucho menos, la palabra.

Con Luis Maceda, sus sentimientos eran distintos. Es más, ese lunes, llegó Candy, olorosa a Amarige, casi se termina el frasco de perfume rociándose por todo su cuerpo. Lucía su mejor traje sastre color negro que le hacía resaltar su piel blanca, con su attaché Chistian Dior, y saliendo del tribunal a las cuatro en punto, Luis la esperaba ansioso en su vehículo.

Se dirigieron rumbo arriba, hacia las alturas del Parque Balboa. La niebla comenzaba a caer suavemente, y el romance fluía en el ambiente. Encontraron el parque sin un alma, totalmente solo. Ellos permanecían adentro del vehículo, estacionados a un lado sobre la calle pavimentada justo donde se encuentra enclavada la escultura de piedra de la imagen del indígena sentado con sus piernas encogidas; platicaban animosamente, y se reían con jovialidad. A los veinte minutos de permanecer así, Luis arrancó el Jeep, y se introdujo en una senda llena de gradas, de muchas gradas, que conectaban a la otra calle pavimentada que estaba situada paralelamente, y servía para acortar el tramo, bajando en su vehiculo las gradas. Suerte para ellos, que no había guardabosque, ni policía vigilante. El Jeep iba brincando y saltando la gradería, llegaron en cuestión de segundos al otro lado de la calle. Candy solo en películas de persecución había visto esas proezas, jamás las había experimentado.

Luis obtuvo lo que deseaba, que Candy se impresionara!

Después de semejante peripecia, Candy aún con el corazón latiéndole que se le salía del pecho, no lograba aterrizar a la realidad. Ahí fue cuando amorosamente Luis le dijo:
-Te voy a llevar a una parte donde podrás relajarte-
Candy, esperaba ansiosa de un momento a otro, ese ofrecimiento, por lo cual, sin titubear, aceptó.

Comenzaron a descender por la carretera de Los Planes de Renederos, y llegaron al kilometro cuatro, donde a mano izquierda se encontraban varios apartamentos pequeños, de dos plantas, pareciendo un colmenar de abejas; estaban al natural, sin pintura, de color cemento. Luis se introdujo a la cochera de uno de los apartamentos, y con Candy se bajaron de vehículo. Subieron unas escalinatas de pocas gradas, y al abrir la puerta de madera, invitándoles a pasar, una cama king size, con sabanas y almohadas de satin.

Primeramente se sentaron en unos cómodos sillones para continuar conversando como dos adultos mientras se tomaban sus apetitosos jugos… Ninguno de los dos, ingerían bebidas embriagantes; ella porque necesita estar sobria para calificar el comportamiento de Luis, y además quería sentirse amada. Luis, por su timidez, prefería la sobriedad, no sentía la suficiente confianza de insinuarle a Candy que se desvistiera; esperando la oportunidad, la cual le llegó con el petexto que él estaba transpirando, de nervios, no hacía calor en absoluto, y a pesar de que al fin la tenía en la intimidad, frente a frente y solo para él, no tenía valor de abordarla; pero se armó de valor, tomó la iniciativa, expresándole:
-Voy a quitarme la camisa; uf, uf, tremendo calor…, quieres que te ayude a quitarte la chaqueta, Candy?

Inmediatamente, ella, solo esperaba esa insinuación, para ponerse de pie, y quedarse en cuestión de segundos totalmente sin ropa…

Luis, la miraba y la admiraba, mientras pensaba: Lo bella que era?
Tenía su triangulo de vello púbico rubio oscuro recortado, descubriendo, que Candy efectivamente parecía europea, y que su color natural del cabello era rubio.
La abrazó, le beso los labios de su boca , carnosos y sensuales, y así ambos se recostaron en la cama. Tuvieron instantes de intimidad gloriosos, a veces ella sobre él lo jineteaba con sus piernas abiertas; otras, juguetonamente, ella quedaba debajo de él con las piernas levantadas sobre sus hombres… Disfrutaron de la miles de poses inimaginables, para hacer el amor. El Kama Sutra, había sido superado, quedaba como un texto para infantes!


LLAMADAS:

(1) Los Planes de Renderos paseo turístico para nacionales como extranjeros, pertenece al Cantón del municipio de Panchimalco, departamento de San Salvador, ubicado a 9.5 kilómetros al sureste de la capital.

(2) Melcochas y canillitas de leche¸ dulces típicos: dulces típicos elaborados; Miel, a base de dulce de panela, que estando muy concentrada y caliente, se echa en agua fría, y sobándola después, queda muy correosa.

(3) Parque Balboa: Pulmon de San Salvador, con 36 manzanas de terreno, poblado predominantemente de nogales, manzana rosa y mango, los cuales atraen variedad de aves y otras especies como ardillas.

(4) El Mirador de Los Planes de Renderos: situado a un lado del Parque Balboa, y tiene una vista panóramica casi total de San Salvador, y en dicho lugar se encuentra un gran número de pupuserías.

(5) Pupusas: Platillo típico formado de maíz con ingredientes de queso, frijol, chicharron, y se cocina en comales de barro, ó de metal.

(6) cantaradas: el agua ó líquido que se riega por estar contenido en una vasija .

(7) Autopista de Comalapa: Carretera de cemente, que conduce al Aeropuerto Internacional de El Salvador y tiene conexión para Los Planes de Renderos.

(8) Estadio Cuscatlán: Conocido como "El Coloso de Montserrat", es un estadio de fútbol en la ciudad de San Salvador, El Salvador.




Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..


Santa Tecla, 3 de Octubre del 2009..

viernes, 25 de septiembre de 2009

EL DESTINO DE YAZMIN

POR MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Habían transcurrido dos años desde las Justas Nupcias entre Martín y Brenda, y aún se encontraban sin tener al heredero, no tenían bebe. Brenda, había desfilado por varios ginecólogos, quienes le habían recomendado el doloroso tratamiento emocional en la trompas de Falopio por si acaso los ovarios estuvieren obstruidos; ella había visitado curanderos y matronas quienes le habían aconsejado tomarse diariamente la temperatura, y que el día que amaneciera con menos de 37º C de temperatura, razón por la que esa noche, ella debía estar copulando con su marido, era señal de un posible embarazo… también debía bajar de peso, porque le alegaban la gordura no la dejaría concebir un hijo, aunque su peso era de 60 kilos, y su cuerpo era proporcionado debido al constante ejercicio, asistía con regularidad al gimnasio de la colonia, muy cerca de su casa y donde la instructora conocía las aspiraciones de Brenda, focalizando los ejercicios en la parte pélvica, a tal grado que parecía como si constantemente bailaba “mambo”, Brenda hasta el cansancio movía para adelante y para atrás, a izquiera y a la derecha, las caderas; terminando su clase, se trasladaba a una habitación pequeña que tenía una camilla angosta donde ella se recostaba totalmente desnuda, dejándose un pequeño bikini para que una señora alta de manos fuertes, le aplicaba durante cuarenta minutos un masaje reductivo.

Brenda apenas de veintisiete años quería a toda costa sentirse realizada como mujer, y por supuesto tener su bebé, por lo que practicaba todo los consejos dado, y como un ritual diario se sometía a las instrucciones indicadas. Martín de treinta y cinco años, con grado de Capitán del Ejercito de la Fuerza Armada de El Salvador, por su parte, sabía que él no era estéril.

Brenda, en esa noche de “Brujas”, 31 de Octubre, había ido con Martín a bailar a casa de un primo, donde habían tomado unas copitas de más, en la reunión. En la madrugada, de regreso a casa, Brenda le tenía una sorpresa a Martín. Se había comprado un “baby-doll” color melocotón, y como estaba elegantísima con su peinado de salón, su manicure y pedicure perfecto, olorosa a néctar de frutas tropicales, y como si hubiera sido una gatita ronroneante, al nomás llegar a casa, ella corrió a tenderse seductoramente en la cama. Martín, la encontró sensual, con el camisón corto y transparente de Jersey, admirándole sus pechos redondos, y dejando ver sus otros encantos, los que le volvían loco. El, la amó como siempre, la beso de punta a punta, desde el cabello hasta la punta de los pies, la poseyó en suave vaivén, la hizo suya toda la noche. Además ese día, temprano ella se había tomado la temperatura corporal, y según prescripción del médico era la oportunidad propicia para hacer el amor, y concebir un hijo.

Al mes, y a veces hasta con días y semanas de retraso de su menstruación, Brenda, celebraba ese acontecimiento, rompiéndose el hechizo, al encontrarse con dolores de vientre y manchando sangre en sus bragas. Transcurrieron los siguientes seis meses, y Brenda, aún sin salir embarazada. Ella no eras feliz, vivía decepcionada, preocupada, insegura de su relación con Martín, afrontaba la realidad y conocía que un día de tantos, él podría tener un pretexto para dejarla, ó por lo menos para andar de picaflor por ahí con otras mujeres, so pretexto de buscar descendencia.

Martín, dentro de su carrera militar, tenía que afrontar la guerra de los años ochenta en El Salvador, y el destino lo había mandado a presentarse a uno de los tantos operativos en el Cerro de Guazapa. Martín dirigía su pelotón en medio de la maleza, y después del duro enfrentamiento entre la guerrilla y el ejercito, justo cuando quedaba un silencio total, debido al desaparecimiento de los combatientes de la guerrilla, una chiquilla de dos años de edad que a duras penas podía mantenerse en pie, fue descubierta por los soldados, por su constante llanto; la pequeña deambulaba íngrima y sola. No se supo nada de ella… si había quedado huérfana de padres, y sin hermanos… o si ellos por salir huyendo habían abandonado a la pequeña. Martín, vió la oportunidad de recoger a la niña, y de llevarsela a casa, interpretó que Dios se la había puesto en el camino, y que ella salvaría su matrimonio con Brenda… ¡Ya tenían una hija, al fin eran padres!

Se presentó Martín al Registro del Estado Familiar de la Alcaldía Municipal de Colón, a asentarla como hija suya y de Brenda; para ese entonces, las autoridades edilicias no requerían mayores tramites para probar el parentesco, quedando asentada con el nombre de Yazmin, aludiendo a la flor fragante del Jazmín, siendo sus padres: Brenda y Martín..
Ellos desde ese día derrochaban y vertían todo su amor y cuidado sobre Yazmin, a quien mimaban, le compraban juguetes, y cuando estuvo en la edad de asistir a una Guardería, la matricularon. Yazmín creció educadamente, estudió en colegios donde aprendió moral y religión; graduándose de un Instituto como Modelo a la edad de dieciocho años, donde además había recibido clases de etiqueta y de comportamiento social, ella, era el orgullo de sus padres; Brenda y Martín siempre le guardaron el secreto de su origen; para ella, eran sus padres adorables, además eran los únicos seres que había conocido. Yazmin, no recordaba absolutamente nada de su trágica infancia. Sin tanto esfuerzo, logró conseguir trabajo, reunía los requisito de toda una Modelo de Pasarela, era delgada, bien proporcionada, pelo liso azul negro, ojos rasgados, cara ovalada, y labios rojos casi transparentes. La fotografía de su cara y su cuerpo, se perfilaba en las revistas de modas, y más de alguna vez, en la portada principal.

Caía la tormenta de San Bartolomé, el 24 de agosto, trayendo consigo sapitos verde musgo que se quedaban pegados en la solaire, cuando Eladio, un compañero de armas de Martín se había quedado atascado con su vehículo, por la incesante lluvia, casi enfrente de la casa de Martín. Acudió a solicitar auxilio, donde Brenda le prestó una toalla para secarse el pelo, Martín le proporcionó una camiseta para que se quitara la ropa mojada… y naturalmente surgió la alegría de volverse a encontrar con su entrañable amigo de trabajo. Martín le ofreció una copita de cognac para evitarle un posible resfriado. Conversaron largo y tendido, recordaron anécdotas pasadas y agradables.

De pronto, Eladio inquiere a Martín:
-Y qué pasó con la pequeña de Guazapa que encontramos abandonada en el campamento quemado… y sin quién por ella? La que tú recogiste!-
-Mirá, fijate que ella ahora es mi hija, y me siento muy orgulloso! –replicó Martín.
..Ya debe de tener quizá los veinte años, verdad?-inquirió Eladio.
-Si; ella ahora es un símbolo juvenil de superación, es conocida en todo el país; realmente es como el Ave Fénix, que logró superarse; surgió de entre el sangriento enfrentamiento, siendo en la actualidad muy hermosa y humana- explicaba Martín.

Nadie, de los presentes, se había percatado que Yazmin, estaba en la cocina, y que sin querer, se enteró de su origen.

Cuando cesó la lluvia, Eladio se marchó, y Yazmin se dirigió a Brenda, y cariñosamente le dijo:
-No me interesa si no eres mi madre biológica; yo te amo mucho a ti, y a Papito.

Así se cerró el origen enigmatico de Yazmin, quien comprendió al fin, la visión de sus apesaradas pesadillas que más de alguna vez, le oprimieron el corazón.


Santa Tecla, 25 de Septiembre del 2009

Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

martes, 15 de septiembre de 2009

ROMANCE DESDE EL MAS ALLA

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Circe, regresaba después de haber vivido en Comayaguela, Honduras, con sus abuelos, a los diecisiete años cumplidos, el treinta de Diciembre del dos mil ocho, fecha justa para recibir el Año Nuevo, allá había obtenido su titulo de Bachiller; ahora, ya estaba en casa de la Tita, su madre, en la en la Calle El Escorial situada a la derecha de Colonia La Providencia, sobre la cuesta que conduce a la Colonia Dolores, y a Los Tanques de Holanda, la misma calle que desemboca en el Zoológico del Barrio Modelo, de San Salvador.

La casa donde vivía la Tita, estaba construida de tal manera que podía dominarse el rumbo Norte, y Sur. Hacia el Norte lindaba con las casas vecinas que existían sobre la misma calle; y hacia el Sur, el Volcán de San Salvador erguido besando el cielo azul, y abajo, en un hondo precipicio, se divisaban casitas pequeñas del tamaño de cajas de fósforos, formando las colonias y barrios aledaños; estaba formada por tres pisos, había sido construida, en desnivel. La entrada, al nivel de la calle pavimentada, al abrirse la puerta principal se exhibía la sala principal de la casa, y una habitación que contenía la cocina y el comedor; en el piso inferior, abajo, había otro salón amplio, cuya terraza estaba separada por una puerta- ventana de vidrio, donde hermosamente colgaba un trapecio de cadenas doradas, y asiento de madera pulida, que servía para mecerse, mientras se admiraba en la lontananza el paisaje de San Salvador, era un mirador; y en el sótano, estaban los dormitorios de la Tita y de Circe. Todas, las paredes, estaban decoradas por muchos cuadros de pintores salvadoreños.

Circe, por su edad, inquieta, apenas amaneció al siguiente día, y teniendo como excusa la celebración del Año Nuevo, se dirigió a la calle, donde se encontró afuera de la casa vecina, a dos jóvenes desconocidas que dijeron llamarse Estela y Maricarmen,, eran universitarias, tener cada una veinte años de edad y ser inseparables amigas. Circe, las invitó la cena de la medianoche. Las jóvenes estudiantes, encantadas aceptaron, y ofrecieron llegar.

La Tita en el curso del día, se afanaba en preparar el pavo, y Circe le ayudaba aderezándolo. Por supuesto que también estaban invitadas las amistades de la Tita para recibir esa noche el Nuevo Año; y cumpliendo con la tradición cenaron los invitados a las doce en punto y admiraron regocigados desde el mirador, cuando se reventaban las luces de pólvoras.

Al amanecer, los invitados, uno a uno fueron despidiéndose… Estela y Maricarmen, también se regresaban a su casa. Por su edad, Circe, y por no estar acostumbrada a tomar vino, mareada se fue a dormir en la madrugada. Estaba en lo mejor de conciliar el sueño, y por su sopor, no podía distinguir si en realidad estaba ocurriendo, lo que escuchaba a través de la pared, no distinguír si era por el exceso de bebida, o por su imaginación. Ella escuchó al otro lado de la pared de su dormitorio, unos extraños ruidos… eran unos lamentos, gemidos como de dolor, ó tal vez de pasión, suspiros y risas entre cortadas; Circe ignorante de los actos y asuntos sexuales, sin percatarse que se podía tratar de sus vecinas haciendo el amor; comenzó a disfrutar de la situación, le gustó el despertar erótico de sus sentidos, al principio muy tímidamente se tocaba con su pequeñas manos sus partes íntimas, y a medida que se tocaba, iba sintiendo una agradable sensación que no podía explicar qué era debido a su corta edad; sin embargo logró emocionarse a grado tal, que se quedó satisfecha, al tiempo que lanzaba un fuerte suspiro, hasta entonces logró dormirse.

Circe, se dirigió el Uno de enero, a la casa vecina en busca de sus nuevas amigas. Para su sorpresa una anciana abrió la puerta, y le comentó que Estela y Maricarmen, jóvenes estudiantes universitarias, si habían vivido ahí en esa casa, muchos años atrás, pero en el año de 1970, a la edad de veinte años, llegaron unos sujetos vestidos de civiles, en un vehículo Jeep verde olivo, quienes se las llevaron rumbo desconocido; y que ellas habían aparecido a la semana, muertas, y en estado de descomposición debajo de la peña conocida como Puerta del Diablo.

La Puerta del Diablo, actualmente es un paraje turístico, situado a un kilómetro al Sur del Parque Balboa, con vista panorámica, formado por dos rocas separadas desde donde se divisa el litoral del Océano Pacifico, la Villa de Panchimaldo, el Lago de Ilopango, el Cerro de La Pavas y el Volcán de San Vicente. Su nombre, está bien puesto, ya que en la antigüedad, los indígenas lo usaban para brindar sacrificios humanos a sus “dioses”; posteriormente, los cuerpos represivos, torturaban políticos enemigos del gobierno de turno,. colgándolos desde lo alto, boca abajo, terminándolos lanzando al vacío

Efectivamente, en el mismo lugar, donde se habían encontrado a Estela y Maricarmen, también encontraron muerta a la famosa bailarina Guadalupe Montero, el dia de su cumpleaños, el 20 de abril de 1969. Guadalupe Montero, se hizo famosa porque siendo la coreógrafa graduada del Palacio de Bellas Artes de México, daba presentaciones gratuitas de danza en las escuelas, centros rehabilitación, y en el interior del país. Cuentan que ella vestiría siempre de blanco, para cumplir con la promesa que una vez le hiciera a la Virgen Morena, la Guadalupe de México, ya que durante su infancia había tenía principio de poliomelitis, y había estado confinada a vivir muchos años en una silla de ruedas, pidiéndole para ese entonces, a la Virgencita que le hiciera “el Milagro”, de hacer caminar nuevamente, y que ella, le cumpliría dedicándole su vida a danzar, vestida siempre de blanco.
Circe le aseguraba a la ancianita que Estela y Maricarmen, habían estado disfrutando la cena de Año Nuevo, en casa de Tita, su madre, y que todos los invitados habían conversado con ellas, que las habían visto, por lo que le era imposible creer que estaban muertas!

Santa Tecla, 15 de Septiembre del 2009

Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito la obra: “MI TIA CONSUELO DE SAINT EXUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

jueves, 10 de septiembre de 2009

LA ADORABLE CARMINA

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Iniciaba el año de mil novecientos setenta, y la ciudad de San Salvador despertaba aceptando la modernización. Los vehículos, inundaban las avenidas y boulevards, transitando sus amplios carrilles; ya se habían inaugurado hoteles de categoría Cinco Estrellas, como el Hotel Camino Real, sobre el Boulevard de Los Heroes, el Hotel Presidente, frente a la Feria Internacional, el Hotel El Salvador; sotiuado en la Colonia Escalón, y en el corazón de la ciudad, el Hotel Gran San Salvador; habían edificaciones atractivas imitando los Malls.. Corriendo de un lado a otro, y haciendo compras, adentro del Supermercado TODOS, de Metrocentro, Carmina, taloneaba las veinte primaveras, ya que por la tarde debía presentarse a clases a la Facultad de Derecho, de la Universidad Nacional de El Salvador.

Al igual que su nombre, ella había nacido con labios rojos; no necesitaba usar lápiz labial, la sangre se traslucía en la carnosa e insinuante boca; de ojos amarillos almendrados, y tez blanca como la espuma de mar, de estatura media, cabello liso largo azul negro que le caía hasta los hombros, espigada, pechos redondos, caderas voluptuosas, y acentuándose estrechamente su cintura.

Ella, como toda una buena estudiante universitaria, asistía a clases a la Facultad Derecho, ésta, parecía un templo romano, con una arquitectura inconfundible de la época de los Césares; tenía en la entrada largas y extendidas escalinatas, adornadas por varias columnas gruesas que se encontraban a los extremos derecho e izquierdo; su interior, espacioso, techo alto, y pilares gigantescos de mármol de Carrara, pintado de blanco – inmaculado, tal como exigía “la justicia”. Al costado izquierdo, estaba situada la oficina del Decano, y la biblioteca; y en la segunda planta, se alojaban los cubículos de los catedráticos. Habían unos elegantes sillones negros, cómodos casi en la entrada del Decanatado. El piso brillante como un espejo. Al final del amplio salón de la entrada, se encontraba la cafetería, donde los estudiantes, en los intermedios de clases, degustaban un café, luego estaba el majestuoso Auditórium, con un mural del pintor Miguel Angel Salinas, evocando a los trabajadores y a la Paz, simbolizada por medio de una paloma blanca en pleno vuelo llevando una ramita de árbol en su pico. Las Juramentaciones de los nuevos estudiantes, y demás actos académicos, se realizaban ahí..Carmina con su padre, había estado presente hacía dos años atrás en el mismo Auditórium juramentándose como estudiante, comprometiéndose a no ser nunca una “desertora” del Derecho, y a servir a la sociedad..

Por las mañanas, de lunes a viernes, Carmina asistía a clases con el horario de siete a nueve de la mañana. Generalmente a las nueve de la mañana se acrecentaba el movimiento estudiantil, se escuchaba el ronronear de los estudiantes como un panal de abejas exaltadas sobrevolando. La mayoría de los estudiantes, debía presentarse a trabajar a los Juzgados, como empleados ó como litigantes; luego quedaba solo el salón, reinando la tranquilidad y la calma. Al lado derecho, había un pasillo que conducía a los salones de clase, que rodeaban un patio descubierto de forma rectangular, donde compenetraba la claridad del sol, con un par de palmeras.

Carmina gustaba descansar en los sillones matando el tiempo. Un día de tantos se le acerco un simpático joven que le dijo:

-Me llamo Mario Rodolfo, y tú cómo te llamas?-
-Carmina- respondió con cierta timidez.
-Es primera vez que te veo! –dijo Mario Rodolfo.
-Que raro, siempre estoy aquí; lo que ocurre que me voy a la biblioteca a leer- le respondió Carmina.

El comentaba que debido a la beca que le otorgaron para estudiar en Chile, durante dos años, había retrasado sus estudios. De lo contrario quizá nunca se hubieran conocido.

Mario Rodolfo, mayor siete años que ella, tenía un temperamento voluble: a veces entusiasta, otras, melancólico; sin embargo la mayor parte era predecible.

-Quieres almorzar conmigo, y luego vamos al Cine Paris; a la una de la tarde, exhiben una película clásica, de los artistas del cine mudo: - invitó Mario Rodolfo mientras exhalaba el humo del Windsor.
-Bien, no tengo nada que hacer, aceptó- replicó Carmina.

Adentro del cine, esa tarde, se murieron de risa, como nunca lo habían hecho, a Carmina le dolió hasta el estómago de tanta carcajada. Vieron diferentes historias cortas, conocieron las gracias de Gloria Swanson, provocativa y sensual, con su boca pequeña y ojos expresivos atada a los rieles de un tren, pidiendo auxilio; Laurel y Hardy discutiendo y en un arranque de cólera se tiraban recíprocamente pasteles a la cara; Charlie Chaplin, con su caminado especial, una sombrilla que usaba como bastón, y un sombrero de copa negra, enamorando a una señora; Groucho Marx escondiéndose de los acreedores; un film inolvidable, la misma que sus antepasados una vez habían disfrutado.

Por supuesto, que después del cine, ambos se dirigieron nuevamente a estudiar por la tarde al Alma Mater.

Desde ese día, Mario Rodolfo y Carmina, se volvieron inseparables, habían congeniado, se juntaban a la salida de sus respectivas clases, conversaban sobre las materias que cursaban, discutían problemas de trabajos de investigación, analizaban respuestas a los exámenes presentados en el Ciclo, sus vidas las comenzaron a compartir como si hubieran sido almas gemelas, entre ellos, se adivinaban el pensamiento. A pesar de llevar vidas separadas, se identificaban y se compenetraban entre sí.. Carmina, pensaba que éso que sentía era amor, y él por su lado, también sentía corresponderle..

Llegado el Uno de abril, el cumpleaños de Carmina, Mario Rodolfo, le obsequió una rosa roja de tallo largo y sin espinas, la cual aceptó orgullosa Carmina. Por la noche, sin previo aviso, cuando ella se encontraba él acompañado por el famoso tenor Pablo Ríos y el trío de La Praviana la despertaron con música de guitarra, con una serenata, habiendo sido la primera canción, Tres Regalos que decía así::
“”””””” Te espero
No voy a marcharme
No voy alejarme
Sin antes decir .
Que lloro
Que sufro al mirarte
Tan cerca en mis manos
Sin poderte asir-
Quiéreme .
Porque yo creo merecerte
Porque ya logré ponerte
En mi alma tu más grande altar.
¡Ay pero quiéreme!
solo basta una sonrisa
para hacerte tres regalos
son el cielo, la luna y el mar.
Yo que soñé
con tener una reina
que mandara en mis adentros
ya no tengo que buscarla
porque en ti todo lo encuentro”””””””””.


Mario Rodolfo aún conservaba las tradiciones de los abuelos. Carmina, conocía las serenatas solo de las películas mejicanas de Pedro Infante, y Jorge Negrete… Jamás le habían dedicado una!

Fue en ese instante que Mario Rodolfo le declaraba y juraba amor eterno.
El no tenía palabras de cómo expresarse, por ese motivo había acudido a tan bello recurso, e inolvidable declaración unica de amor: la primera que en su vida le ofrecían a Carmina. Así fue como sellaron su compromiso de amarse eternamente.

Continuaron frecuentando diariamente la Facultad, y al haber transcurrido seis meses de la serenata, Mario Rodolfo le propuso a Carmina, celebrar el fin del Ciclo de estudios invitándola a un paseo al Lago de Ilopango, a la quinta de su tío Francisco, la cual estaba situada en el Cantón Asino.
-Mira, deberemos atravesar el lago en lancha- le decía Mario Rodolfo.
-Cuanto tiempo navegaremos?- replicaba Carmina
-No más de veinte minutos, si está cerca el lugar don vamos- explicaba él.

Efectivamente, se encaminaron por la carretera que conducía al antiguo Aeropuerto de Ilopango, rumbo a Oriente, estaba el desvío a Apulo, era una calle estrecha y sinuosa. Al llegar al balneario, éste parecía más un amplio parqueo que un bosque de árboles, con chalets que vendían comida y bebidas al son de la música de rocolas, Al frente estaban las aguas azules y verdosas, que bañaban la playa de arena blanca y gris.

-Te encantará esta una nueva experiencia- le murmuraba Mario Rodolfo, dándole valor para quitarle el temor, al momento de embarcarse frente a un faro ornamental de cemento de ocho metros pintado de color blanco.



Adentro de la lancha, Carmina observó que el motor estaba en la parte trasera, y a la par estaba su conductor; ellos se sentaron tomados de la manos, y la lancha comenzó suavemente a navegar, luego, sintió sobre su rostro un fuerte viento, escuchó el zumbido y el ruido ocasionado cuando se abría paso la lancha en las aguas profundas del lago; logró vencer el miedo de morir ahogada, al ver el paisaje que se develaba ante sus ojos, a su alrededor aparecía un conjunto de diversos árboles, cuyos verdes eran diferentes.
En un abrir y cerrar de ojos se habían atravesado en lancha el lago, y habían llegado a la quinta, la cual quedaba justo en el extremo opuesto de donde estaba el Faro de Apulo. En ese lugar alejado del bullicio, con sus tranquilas aguas que ondeaban suavemente, se encontraba a la orilla, una casita pequeña, una casita de muñecas. Esta era prácticamente una cabaña con todas sus comodidades, sala-comedor, un dormitorio, un baño con ducha y servicio sanitario, y la cocina completamente equipada, hasta se encontraba comida y bocadillos… y vino de todas clases: tinto, blanco, rosado, y sangría. Carmina pretendiendo ser una buena catadora de vinos, comenzó a probar primero uno, luego otro y otro, Mario Rodolfo la secundaba. Perdieron la noción del tiempo, se marearon, y acudieron al dormitorio donde una cama matrimonial los esperaba insinuante. Con la efervescencia y al calor del vino, sus inhibiciones se perdieron, por lo que primero ella se desvistió, quedándose en ropa interior, y luego, él la abrazó ardientemente y con lujuria, sin darse cuenta se quedaron sin ropa, por los poros se sentía que les brotaba a flor de piel el deseo, jinetearon caballos desbocados hasta alcanzar el cansancio, se besaron con locura, se acariciaron todo el cuerpo; se fundieron en un solo ser, quedándose dormidos por dos o tres horas… Cuando al fin despertaron, buscaron al lanchero, quien pacientemente los esperaba a un lado de la playa, y siguiendo las instrucciones del tío Paco, llevó a la feliz pareja de regreso a Apulo.

Santa Tecla, 10 de Septiembre de 2009



PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.
SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y

CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

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jueves, 27 de agosto de 2009

LA ALEGRE CAROLA

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Se llegó al fin el día deseado por Carola, el tres de julio del dos mil cuatro, aún disfrutando del verano europeo, fecha en que realizaría Marcelle el homenaje póstumo a su esposo, Paul Webster, periodista y escritor británico, en Marly le Roi, población situada en los suburbios del Oeste de Paris, Francia, a las cuatro de la tarde.

Mientras Carola en Paris esperaba en la terminal de líneas de Sein La Brotege, la salida del tren que la llevaría a Marly le Roi, recordaba a Paul y a Marcelle, cuando visitaron a El Salvador, justo dos días después del primer terremoto –trece de enero del dos mil uno; él, por ser un afamado escritor, traía varios nombres y teléfonos de personalidades, para contactar en El Salvador, ya que su viaje lo había programado desde mucho tiempo atrás, debido a que recopilaba datos biográficos de la salvadoreña Consuelo Suncín de Saint Exupery, quien se había destacado en Paris como artista plástica-.pintora, escultora- y escritora.

El día en que Paul y Marcelle, arribaron al Aeropuerto de Comalapa, Carola, se había comprometido a irlo a esperar; y suponía que cada hombre mayor de cincuenta años era él, pero llevaba un ROTULO grande con el nombre de Paul Webster, que con anterioridad había elaborado, para evitar confuciones. Así lo identificó. Al llegar al Hotel Siesta, él intentó contactar a las personas de su listado, habiéndole sido imposible, pues de todos los nombres que traía, nadie le correspondió; cuando él los llamaba por teléfono, unos se le escondían, sin embargo una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores le recriminó que en mal momento había decidido venir al país, que estaban en estado de emergencia, y que le era imposible atenderlo. Dicha persona no tuvo el alcance de intuir que Paul y su esposa Marcelle, venían a colaborar repartiendo víveres a los afectados del terremoto; ellos le insistieron a Carola que los llevara a la cuna de Consuelo; se hicieron presentes en el lugar más afectados por la catástrofe- Armenia, del Departamento de Sonsonate, donde las casas derrumbadas estaban en el suelo; tomaron muchas fotografías, incluyendo el solar donde había nacido la artista salvadoreña radicada en Francia. cuya biografía, Paul ya la traía en ciernes, publicandola en el 2002 bajo el nombre de CONSUELO DE SAINT-EXUPERY. LA ROSA DEL PRINCIPITO.

Carola, desconocía la trayectoria profesional de Paul, pero por cuestión de humanidad y además casualizó ser la única familiar sobreviviente cercana a la artista elegida para la biografía, atendió a Paul, junto con su esposa, expresándoles que les serviría de guía turística, y que sus deseos para ella eran órdenes; los quince días de estadía en El Salvador, Carola se los dedicó en cuerpo y alma.

En Paris, Carola tomo el metro que la condujo a la estación de San Lázaro, bajándose en la terminal de las lineas Sein La Brotege, donde luego de veinte minutos de espera salía el tren, al encenderse el aviso para el viaje. El caballo de hierro -se abriría camino de entre los rieles eléctricos incrustados en el suelo- con destino a Marly le Roi. Carola viajaba emocionada, sentada contiguo a la orilla de una ventana, disfrutando del paisaje, de la verde campiña y flores multicolores silvestres; se dirigía a casa de Marcelle. Le fue muy fácil, encontrar su residencia, de la parada donde se bajó del tren, caminó tres cuadras -de kilometro cada una- y enclavada en medio de pinos, con el aire purificado, de montaña, sin contaminación, se erguía la mansión aislada de las otras construcciones, sin el bullicio del tráfico de las ciudades, se escuchaba el silencio interrumpido por el trinar de los pajarillos de vez en cuando, y a lo lejos, el ladrido desesperado de un perro.

Sobre la Calle Paul Leplat, en el muro, estaba instalado el intercomunicador, el cual Carola timbró para que le abrieran la puerta. Paul había vivido durante muchos años en esa amplia y cómoda quinta de dos plantas y un sótano, pintada de blanco marfil, la cual había sido testigo mudo de la concentración y producción de su obra literaria. El lugar preferido de la mansión, según le explicaba Marcelle a Carola, mostrándole el amplio y cómodo segundo piso, que contenía una vasta biblioteca de muchos libros, escritos algunos en francés, otros en inglés, y hasta en español; había un escritorio amplio metálico de gavetas con un sillón ejecutivo de cuero, una máquina eléctrica pequeña de escribir, y una computadora portátil. Un baño inmenso estilo japonés. El estudio, como le llamaba Paul a ese lugar, estaba iluminado con luz natural que ingresaba por una ventana de vidrio, gigante, donde él se deleitaba admirando el agreste paisaje.

-Aquí es donde Paul trabajaba, se inspiraba, a veces no dormía, ni se alimentaba a sus horas; nadie lo interrumpía, puedes ver que ni siquiera existe una instalación de teléfono- explicaba Marcelle.

Recorrió Carola, el resto de la casa, completamente ventilada, en el primer piso, se encontraba un salón, cuyas paredes albergaban pinturas al oleo, acuarela, y carboncillos, todos originales, de varios artistas de diferentes nacionalidades; los muebles cómodos, mullidos y acogedores, invitaban a descansar; había un sofá enorme, que se convertía en cama matrimonial, para casos de emergencia, cuando tenían visitantes. En el mismo piso, se encontraba el comedor, con una mesa de madera larga para ocho personas; ellos eran cinco, contando a sus hijos de nombres Angelo, Roland y Anthony; existían en las esquinas, escaparates con adornos variados, un bar lleno de botellas de vino y diferentes clases de licor.

-Mira, a mí en lo personal me encanta cocinar, por ese motivo, se construyó el salón de la cocina amplia; verás que en medio, se encuentra una estructura larga de mosaicos, que me sirve para preparar la masa para hornear pasteles, pizza, y cumplir con los antojos que me piden mi esposo y mis hijos- le decía Marcelle, dirigiéndose a Carola.

La cocina efectivamente estaba equipada con todos los accesorios modernos, contenía un pequeño horno micro-ondas, una cocina enorme eléctrica y un horno industrial, una refrigeradora negra frío seco de dos puertas, y su lujoso pantry.

En el sotano, cada hijo tenía aparte su dormitorio, compartiendo una sola ducha y un solo baño; solo el de Paul y Marcelle, estaba equipado con jacuzzi.

Afuera, un jardín lleno de coloridas flores siempre vivas y geranios rojos.

Llegada las tres de la tarde, Marcelle con sus hijos, y Carola, se dirigieron al frente de la estación del tren, donde había un extenso local prestado por la Comuna, para el homenaje a Paul Webster, quien cumplia su primer aniversario de fallecimiento. Fue en ese mismo lugar, que Carola descubrió que incluso Paul había incursionado en el cine; se presentó el film de una película corta, documental de treinta minutos, mostrando el limite de la frontera entre Suiza y Alemana, y los garitones que durante la 2ª. Guerra Mundial había sido custodiada por los soldados. Los personajes de la documental eran Marcelle y Paul narrando experiencias de los soldados de guerra.

Carola, como invitada distinguida a la ceremonia fue presentada, como la sobrina de Consuelo Suncín de Saint-Exupery, a la concurrencia. Por segunda vez en su vida, Carola se sintió muy feliz; la primera vez, había sido por sus méritos personales, cuando le entregaron su Título de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales, en la Universidad Nacional de El Salvador; y ahora, por ser la única sobrina directa de una artista famosa.

En ese homenaje, conoció a personajes extraños, incluyendo al editor de Paul, un señor con cara de muy pocos amigos, quien estuvo a cargo de la apertura del homenaje póstumo de Paul; después se dedicó solamente a observar meticulosamente a Carola, sin dirigirle la palabra; por otra parte, ella conoció a la simpática escultora británica Margaret Harmsworth, con quien entabló una linda amistad durante los cinco días que le faltaban a Carola para regresarse a El Salvador. Al final del acto, departieron con bocadillos y copas de vino.

Esos últimos cinco días, Carola los disfrutó de manera encantadora con la amistad de Margaret, ella, cincuentona, delgada y muy activa, con pelo negro largo tenía en su Apartamento también el taller de escultura, y tenía un retrato de Consuelo pintado al oleo por su padre; Carola posó junto al lienzo de la fotografía. Encajaron los caracteres, Margaret bohemia y Carola adaptada a esa personalidad. Margaret, le hizó un almuerzo típico frances: macarrones en crema y queso, galletas con caviar, y de postre barras de chocolate con vino tinto y había invitado a sus amistades; también artistas, entre los cuales estaba el joven Jean Paul Tailleur –inolvidable el apellido porque en español, significa “satre”. Carola y Tailleur, al conocerse supieron que habían nacido uno para el otro.
Los cuatro días restantes Margaret le llevó a conocer a Carola, los lugares más conocidos de Paris. El tour comenzaba desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche; sin descansar, desplazándose a veces a pie, y otras en el metro. Margaret había sido meticulosa en programarle la gira por la ciudad de Paris a Carola, que fue así como ella pudo conocer la Ciudad Luz. El primer lugar donde llevó a Carola, fué a la plaza Charles De Gaulle, donde se yergue el Arco del Triunfo, monumento espectacular construido por Napoleón Bonaparte tras la victoria de la batalla de Austerlitz, en 1805, de cuyo redondel nacen Avenidas importantes, iniciándose los Campos Eliseos; luego visitaron la Torre Eiffel, llamado en honor a su creador Ingeniero Gustave Eiffel, también otro monumento, pero éste de hierro prodelado, con una altura de Trescientos treinta metros de altura, y en el piso superior, está el mirador, situado en el extremo del Campo de Marte, a orillas del Río Sena. Tambien fueron a pasear a la Basílica del Sagrado Corazón, enclavada en una colina, en Monmartre, con un estilo arquitectónico Romano, bizantino, influyendo su construcción en otros templos, donde la peregrinación se iniciaba al subir muchas gradas. Llegaron a la Catedral de Nuestra señora (Notre Dame) de estilo gótico, construída en el siglo XII, y solamente las res Rosetas del frente tienen vidrieras legítimas por ser de excepcional calidad, famosa entre otras cosas, por haber servido en la película inspirada en la novela de Victor Hugo, “El Jorobado de Nuestra Señora de Paris” interpretada por Anthony Quinn.. Caminaron sobre el Puente San Luis, cuya isla San Luis se conecta con el margen derecho del Río Sena. Estuvieron en el Barrio Bohemio Latino Saint Germain des Pres, lleno de cafés literarios donde se congregaban estudiantes, artistas y turistas, con ventas de cuadros pequeños al oleo, acuarela ó litografías para souvenirs; habían también artistas dibujando retratos. Fueron al Museo de Louvre, donde se exhiben una Pirámide, y estanquen mirando al Palacio Richelieu, con salones extensos conteniendo once milenios de conservación de civilización y cultura, fue tan grande que decidieron re-programar en un futuro, una nueva visita. Recorrieron a pie, el extenso Río Sena, donde lanchas y barquitos con turistas navegaban por esas aguas, durante el día. En la Plaza Clichy, Carola observaba que en el redondel daban vueltas los carros – Taxis de marca Mercedes Benz del año, prestando sus servicios-, salas de cines exhibiendo películas en estreno, kioscos de vendedores de revistas y periodicos ; el Pigalle y la plaza Blanche, muy cerca del Molino Rojo, inmortalizado este cabaret por los grandes maestros de la pintura, se decía que Toulouse Lautrec tuvo ahí su hogar, por las noches es concurrido debido a los espectáculos que ofrecían las bailarinas levantando las piernas con música de Can Can, siendo todas ellas iguales en su pelo, estatura y vestuario, en Montmartre vivieron Vincent Van Gogh, Salvdor Dali, Edouard Monet, Edgar Degas,Pablo Picasso, entre otros famosos pintores.

Margaret en un café a orilla de Saint Germain des Pres, llevó a Carola a tomarse un par de cervezas, donde casualmente estaba sentado en una mesita pequeña redonda saboreando un café capuchino Jean Paul Tailleur; él se alegró cuando las vió, se fue a sentar con ellas, y Carola comprendió que lo había flechado, había sido amor a primera vista. Ella se despidió de él porque solamente el siguiente día le quedaba para descansar,ya que debía volar de regreso a El Salvador; pero él muy cortes, le pidió verla al siguiente día. La última noche en la ciudad de Paris,Jean Paul ayudó a Carola a trasladarse a un hotel situado en los alrededores del Aeropuerto Charles De Gaulle. Como despedida,en la Ciudad Luz,pasaron juntos toda la noche, se trataron como si se hubieran conocido de toda la vida, se dedicaron a ver películas prohibidas, a tomar vino y champán rosado hasta embriagarse, se contaron anécdotas, se reiron a carcajadas. Por supuesto que Carola no pudo dormir, por la excitación que debería viajar en breves horas, y que prefería dormir en el avión. Nunca en sus treinta y cinco años de su vida, Carola había conocido a un joven tan viril, y experto en el amor; él, sabía cómo besarla, cómo acariciarle su escultural cuerpo con sus labios y cómo encenderle sus deseos ardientes. Ellos recostados sin inhibiciones, totalmente desnudos, Carola se había situado boca arriba sobre la cama con las piernas un poco abiertas, y él, encima de su ser, se abrazaban intensamente, rodando de un lado a otro. Permanecieron así, toda la noche, haciendo el amor, hasta el día siguiente… Al amanecer tuvieron que despedirse para siempre. Carola había disfrutado intensamente de la estadía en Paris, y en su memoria llevaba losgratos recuerdos de tan bellas personas que había conocido.
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará.

Santa Tecla, 27 de agosto del 2009

domingo, 23 de agosto de 2009

EL JARIPEO

POR MIREILLE ESCALANTE DIMAS
La jacarandosa Greta y la entusiasta Estrella se vistieron de blusas cuadriculadas rosadas, ambas de mangas largas, sin abotonarse totalmente,mostrando adrede el inicio de sus pechos redondos; los pantalones azules de mezclilla tronconeros ajustados,marcaban la cintura "de avispa", y caderas ancha; usaban botas negras de cuero para completar el atuendo “vaquero”; su cabellera larga recogida por una coqueta laza color rosa. Ellas, se preparaban para asistir el 2 de agosto a las tres en punto de la tarde, al impactante Jaripeo de Sonsonate, Republica de El Salvador.

La carretera pavimentada como un listón, con una distancia de 65 kilometros desde San Salvador a Sonsonate.
En el trayecto se apreciaban las diversas poblaciones por las que se debía pasar para llegar a su destino: Santa Tecla con edificios y construcciones modernas; Colón, edificada discretamente en una cima, cuya Iglesia Católica alberga al Cristo Negro; Lourdes, que en un tiempo conocido como “La Junta”, había progresado rápidamente, siendo un lugar populoso, en cuyas colonias se encuentran llamativas residencias contrastando con viviendas pequeñas; la de gente movilizándose de una lado a otro, comprando en el pequeño mercado al aire libre, visitando Bancos, Ferreterías, Supermercados, Restaurantes de Pollo Campero, y Pizzerías; a la terminación de la población, la zona industrial de Lourdes con abundantes fabricas… Al frente dela carretera, se podían divisar los imponentes Volcanes, el de Izalco, el de Cerro Verde y el de Santa Ana;el cielo limpio devnubes; a la llegada a Ateos, justo al pasar el río extenso, pasando por arriba en el puente, estaban las casas construidas a un lado de la calle,hubo una época que fue importante dicho lugar, cuandola producción de café tenía su valía; a lo lejós se veía lo que una vez fue el Beneficio de Café con sus amplios patios para secar el producto; de las poblaciones de Sacacoyo, Armenia, San Julián, e Izalco solamente se divisaban los respectivos desvíos; sin embargo, antes de llegar a Izalco, estaba el desvío para el balneario de Atecozol, con su inmensa piscina; en Izalco, la antesala a Sonsonate, se encontraban ventas de frutas tropicales y la refrescante agua de coco; se encontraba el desvío hacia Caluco, famoso, por la sopa de gallina india, y cuyo río tiene aguas termales.Se arribaba a Sonsonate, y con dos entradas, una conduciendo para el centro de la ciudad, y la otra, para Acajutla.

Sonsonate, conocida popularmente como la “ciudad de los cocos”, muy cerca del litoral del Océano Pacifico, razón por la cual el calor se siente con mayor intensidad, oscilando la temperatura entre 33 y 35 grados Centígrados, pero por el viento que soplaba se hacía soportable el clima.

Sobre la carretera que conduce a Acajutla, justo a la salida de Sonsonate, estaba el predio baldío de la Cruz Roja, totalmente cercado con alambre de púas, con anuncios comerciales e invitaciones para el Jaripeo.

La admisión a las instalaciones donde se iba a realizar el espectáculo, Greta y Estrella al mostrar sus boletos, los promotores les obsequiaban sombreros de palma, que además de protegerlas del sol,las hacía verse hermosas, ya que hacían juego con el traje estilo “vaquero”.

Se asombraron, al encontrar en el predio baldío, la Exposición de vacas y toros, pura sangre, de la clase Braham, Holstein, Cebu, era lo mejor de lo mejor del ganado vacuno de su especie, escogidos por ser gigantes en su tamaño y muy robustos; ellas, no habían estado tan cerca jamás en sus vidas, de semovientes, como en esa ocasión. En dicha exposición habían también cabras, ovejas, cerdos, conejos y hasta gallinas.

Greta y Estrella, pasaron caminando voluptuosamente al otro extremo, donde estaban ubicadas las típicas champas, ofreciendo bebidas, desde agua simple, refrescos, sodas, cervezas nacionales Pilsener, Golden Light, y Suprema, y suculentos platos de comida de carnes asadas, pollo frito, arroz con frijoles, aguacate, pedazos de queso y chicharrones, acompañadas de las tortillas recién echadas en el comal de barro; sin faltar las típicas pupusas de queso, con loroco, con frijoles, revueltas, de chicharrones, de ayote, de mora.

En el centro del predio, estaba instalada una armazón circular de postes de madera, sobre el piso de tierra, aserrín regado; y unas gradas de madera improvisadas para sentarse a ver el espectáculo.

En posición de descanso estaban dos jinetes con los dos caballos amaestrados de “alta escuela”. Se trataba de los artistas principales del Jaripeo.

Estrella le comentó a Greta:
- Que precioso ejemplar, ese caballo blanco!
- Se llama Cromo, y será montado por FRANK- le contestó un espectador.
Emocionada Greta, dijo:
- Mira, y ese otro, color negro azabache-.
- Ah, él es Huracán, y MAURICIO, lo cabalgara- replicó el mismo espectador.

Antes de comenzar el espectáculo se escuchaba la música y canciones rancheras, corridos y norteñas, por medio de alta voces, desde el improvisado pequeño escenario. Se preparaba el ánimo del conglomerado. La Radio Ranchera –una de las Promotoras del Jaripeo, había llevado simpáticas modelos como presentadoras, y ellas anunciaban por medio de micrófono, el programa.

Al iniciarse el espectáculo del Jaripeo, se presentó la “Chola Puñales”, un payaso vestido de mujer, con traje largo, almohadones en los pechos, y en las caderas, un pañuelo amarrado en la cabeza; él iba a torear una vaca pequeña (vaquilla); hacía gracias:para que el público se riera, se le hincaba dándole la espalda a la vaquilla, la cabalgaba, le halaba los cuernos,y el animal no se enfurecía, ni siquiera se tomaba la molestia de ver al payaso, con esa actitud la gente se moría a carcajada limpia.

Dentro del programa, se anunciaba la presentación del imitador de “don Vicente Fernández”, quien con voz desaforrda cantaba “El Rey”, la cual al unísono, la muchedumbre acompañó.

Luego, vestida de mariachi, una reconocida cantante de la sociedad Sonsonateca, representaba a la difunta artista mejicana, Lola Beltrán, cantando “Cucurucucu Paloma”.

El acto espectacular, y por el cual habían ido Greta y Estrella, había sido la presentación de Frank y Mauricio, quienes montaban sus caballos amaestrados de alta escuela, donde jinete y bestia, se confundían, eran unos Centauros modernos..

Frank, montaba a Cromo, y le exigía a éste que doblara sus patas, y moviera la cabeza en señal de saludo al conglomerado. Luego, velozmente, cabalgó corriendo alrededor del cerco; con el paso de andador, dando saltos pequeños, hizo bailar a Cromo al son de la música mientras él cantaba una ranchera; para despedirse de la multitud, hizo que se parara en las dos patas traseras, y moviera las patas delanteras.

Por su parte Mauricio, montando a Huracán, lo cabalgaba para que éste reconociera el terreno, mientras la muchedumbre le aplaudía;y empuñando una fusta, le hacía bailar hacia la izquierda, y luego hacia la derecha, y le exigía que relinchara; lo hizo bailar hacia atrás..

Había sido el mejor espectáculo que presenciaron Greta y Estrella.

Después, el locutor, con micrófono en mano, instó a que una señorita de las presentes,lo acompañara a bailar “la quebradita”.
Del público saltó, desde arriba de las gradas, Estrella ofreciéndose voluntaria; como en un circo romano, el conglomerado le gritaba animando a Estrella, que bailara haciendo el paso singular que caracterizaba "la quebradita".

-Yo puedo, y podrá Ud. detenerme?- le preguntaba Estrella al animador.
-Salte Ud. pues, que yo la detengo- contestaba el señor.
-Me va dejar caer- insistía Estrella.
-¡Cómo va a creer semejante afrenta, si estoy acostumbrado a tratar hasta con las vacas, y a ellas las detengo!- le expresó el locutor.

Esa última frase ofendió a Estrella, y enardecida en cólera, se animó de una vez por todas, a saltar sobre el hombre del micrófono, haciéndolo tambalear pero sin que éste cayera al suelo, ella corrió en un envión, abrazándolo con ambas piernas en la cintura, y tirándose de espaldas como una excéntrica balletista, formando un arco humano…

La multitud aplaudió frenética, felicitando el acto, y gritándo:
-Bravo! Otra vez”!.

Ese baile cautivó a don Rosendo, ganadero de la región, y dueño de unos toros de exhibición, quien inmediatamente después del baile, se dirigió a felicitar a Estrella, cuando ya ésta se había incorporado al público.

El, se distinguía de los demás por usar en sus pantalones un cinto grueso de cuero negro, adornado con una hebilla de oro y pequeños diamantes, superpuesta de una figura de herradura;lucía un fino sombrero blanco de fieltro y alas anchas; era alto, fornido, cuarentón, de piel morena clara, y muy bien parecido. Se le presentó a Estrella, extendiéndole la fuerte mano, y ella, coquetamente se la tomó. No pudieron conversar debido al bullicio,pero luego, ella, educadamente, se despidió de don Rosendo, no sin antes de proporcionarle el Número telefónico, para que algún día él le llamara; ya eran las diez de la noche, y debía regresar con Greta, a casa, en Santa Tecla, Departamento de La Libertad.

Santa Tecla, 23 de agosto de 2009.



PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..