jueves, 27 de agosto de 2009

LA ALEGRE CAROLA

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Se llegó al fin el día deseado por Carola, el tres de julio del dos mil cuatro, aún disfrutando del verano europeo, fecha en que realizaría Marcelle el homenaje póstumo a su esposo, Paul Webster, periodista y escritor británico, en Marly le Roi, población situada en los suburbios del Oeste de Paris, Francia, a las cuatro de la tarde.

Mientras Carola en Paris esperaba en la terminal de líneas de Sein La Brotege, la salida del tren que la llevaría a Marly le Roi, recordaba a Paul y a Marcelle, cuando visitaron a El Salvador, justo dos días después del primer terremoto –trece de enero del dos mil uno; él, por ser un afamado escritor, traía varios nombres y teléfonos de personalidades, para contactar en El Salvador, ya que su viaje lo había programado desde mucho tiempo atrás, debido a que recopilaba datos biográficos de la salvadoreña Consuelo Suncín de Saint Exupery, quien se había destacado en Paris como artista plástica-.pintora, escultora- y escritora.

El día en que Paul y Marcelle, arribaron al Aeropuerto de Comalapa, Carola, se había comprometido a irlo a esperar; y suponía que cada hombre mayor de cincuenta años era él, pero llevaba un ROTULO grande con el nombre de Paul Webster, que con anterioridad había elaborado, para evitar confuciones. Así lo identificó. Al llegar al Hotel Siesta, él intentó contactar a las personas de su listado, habiéndole sido imposible, pues de todos los nombres que traía, nadie le correspondió; cuando él los llamaba por teléfono, unos se le escondían, sin embargo una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores le recriminó que en mal momento había decidido venir al país, que estaban en estado de emergencia, y que le era imposible atenderlo. Dicha persona no tuvo el alcance de intuir que Paul y su esposa Marcelle, venían a colaborar repartiendo víveres a los afectados del terremoto; ellos le insistieron a Carola que los llevara a la cuna de Consuelo; se hicieron presentes en el lugar más afectados por la catástrofe- Armenia, del Departamento de Sonsonate, donde las casas derrumbadas estaban en el suelo; tomaron muchas fotografías, incluyendo el solar donde había nacido la artista salvadoreña radicada en Francia. cuya biografía, Paul ya la traía en ciernes, publicandola en el 2002 bajo el nombre de CONSUELO DE SAINT-EXUPERY. LA ROSA DEL PRINCIPITO.

Carola, desconocía la trayectoria profesional de Paul, pero por cuestión de humanidad y además casualizó ser la única familiar sobreviviente cercana a la artista elegida para la biografía, atendió a Paul, junto con su esposa, expresándoles que les serviría de guía turística, y que sus deseos para ella eran órdenes; los quince días de estadía en El Salvador, Carola se los dedicó en cuerpo y alma.

En Paris, Carola tomo el metro que la condujo a la estación de San Lázaro, bajándose en la terminal de las lineas Sein La Brotege, donde luego de veinte minutos de espera salía el tren, al encenderse el aviso para el viaje. El caballo de hierro -se abriría camino de entre los rieles eléctricos incrustados en el suelo- con destino a Marly le Roi. Carola viajaba emocionada, sentada contiguo a la orilla de una ventana, disfrutando del paisaje, de la verde campiña y flores multicolores silvestres; se dirigía a casa de Marcelle. Le fue muy fácil, encontrar su residencia, de la parada donde se bajó del tren, caminó tres cuadras -de kilometro cada una- y enclavada en medio de pinos, con el aire purificado, de montaña, sin contaminación, se erguía la mansión aislada de las otras construcciones, sin el bullicio del tráfico de las ciudades, se escuchaba el silencio interrumpido por el trinar de los pajarillos de vez en cuando, y a lo lejos, el ladrido desesperado de un perro.

Sobre la Calle Paul Leplat, en el muro, estaba instalado el intercomunicador, el cual Carola timbró para que le abrieran la puerta. Paul había vivido durante muchos años en esa amplia y cómoda quinta de dos plantas y un sótano, pintada de blanco marfil, la cual había sido testigo mudo de la concentración y producción de su obra literaria. El lugar preferido de la mansión, según le explicaba Marcelle a Carola, mostrándole el amplio y cómodo segundo piso, que contenía una vasta biblioteca de muchos libros, escritos algunos en francés, otros en inglés, y hasta en español; había un escritorio amplio metálico de gavetas con un sillón ejecutivo de cuero, una máquina eléctrica pequeña de escribir, y una computadora portátil. Un baño inmenso estilo japonés. El estudio, como le llamaba Paul a ese lugar, estaba iluminado con luz natural que ingresaba por una ventana de vidrio, gigante, donde él se deleitaba admirando el agreste paisaje.

-Aquí es donde Paul trabajaba, se inspiraba, a veces no dormía, ni se alimentaba a sus horas; nadie lo interrumpía, puedes ver que ni siquiera existe una instalación de teléfono- explicaba Marcelle.

Recorrió Carola, el resto de la casa, completamente ventilada, en el primer piso, se encontraba un salón, cuyas paredes albergaban pinturas al oleo, acuarela, y carboncillos, todos originales, de varios artistas de diferentes nacionalidades; los muebles cómodos, mullidos y acogedores, invitaban a descansar; había un sofá enorme, que se convertía en cama matrimonial, para casos de emergencia, cuando tenían visitantes. En el mismo piso, se encontraba el comedor, con una mesa de madera larga para ocho personas; ellos eran cinco, contando a sus hijos de nombres Angelo, Roland y Anthony; existían en las esquinas, escaparates con adornos variados, un bar lleno de botellas de vino y diferentes clases de licor.

-Mira, a mí en lo personal me encanta cocinar, por ese motivo, se construyó el salón de la cocina amplia; verás que en medio, se encuentra una estructura larga de mosaicos, que me sirve para preparar la masa para hornear pasteles, pizza, y cumplir con los antojos que me piden mi esposo y mis hijos- le decía Marcelle, dirigiéndose a Carola.

La cocina efectivamente estaba equipada con todos los accesorios modernos, contenía un pequeño horno micro-ondas, una cocina enorme eléctrica y un horno industrial, una refrigeradora negra frío seco de dos puertas, y su lujoso pantry.

En el sotano, cada hijo tenía aparte su dormitorio, compartiendo una sola ducha y un solo baño; solo el de Paul y Marcelle, estaba equipado con jacuzzi.

Afuera, un jardín lleno de coloridas flores siempre vivas y geranios rojos.

Llegada las tres de la tarde, Marcelle con sus hijos, y Carola, se dirigieron al frente de la estación del tren, donde había un extenso local prestado por la Comuna, para el homenaje a Paul Webster, quien cumplia su primer aniversario de fallecimiento. Fue en ese mismo lugar, que Carola descubrió que incluso Paul había incursionado en el cine; se presentó el film de una película corta, documental de treinta minutos, mostrando el limite de la frontera entre Suiza y Alemana, y los garitones que durante la 2ª. Guerra Mundial había sido custodiada por los soldados. Los personajes de la documental eran Marcelle y Paul narrando experiencias de los soldados de guerra.

Carola, como invitada distinguida a la ceremonia fue presentada, como la sobrina de Consuelo Suncín de Saint-Exupery, a la concurrencia. Por segunda vez en su vida, Carola se sintió muy feliz; la primera vez, había sido por sus méritos personales, cuando le entregaron su Título de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales, en la Universidad Nacional de El Salvador; y ahora, por ser la única sobrina directa de una artista famosa.

En ese homenaje, conoció a personajes extraños, incluyendo al editor de Paul, un señor con cara de muy pocos amigos, quien estuvo a cargo de la apertura del homenaje póstumo de Paul; después se dedicó solamente a observar meticulosamente a Carola, sin dirigirle la palabra; por otra parte, ella conoció a la simpática escultora británica Margaret Harmsworth, con quien entabló una linda amistad durante los cinco días que le faltaban a Carola para regresarse a El Salvador. Al final del acto, departieron con bocadillos y copas de vino.

Esos últimos cinco días, Carola los disfrutó de manera encantadora con la amistad de Margaret, ella, cincuentona, delgada y muy activa, con pelo negro largo tenía en su Apartamento también el taller de escultura, y tenía un retrato de Consuelo pintado al oleo por su padre; Carola posó junto al lienzo de la fotografía. Encajaron los caracteres, Margaret bohemia y Carola adaptada a esa personalidad. Margaret, le hizó un almuerzo típico frances: macarrones en crema y queso, galletas con caviar, y de postre barras de chocolate con vino tinto y había invitado a sus amistades; también artistas, entre los cuales estaba el joven Jean Paul Tailleur –inolvidable el apellido porque en español, significa “satre”. Carola y Tailleur, al conocerse supieron que habían nacido uno para el otro.
Los cuatro días restantes Margaret le llevó a conocer a Carola, los lugares más conocidos de Paris. El tour comenzaba desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche; sin descansar, desplazándose a veces a pie, y otras en el metro. Margaret había sido meticulosa en programarle la gira por la ciudad de Paris a Carola, que fue así como ella pudo conocer la Ciudad Luz. El primer lugar donde llevó a Carola, fué a la plaza Charles De Gaulle, donde se yergue el Arco del Triunfo, monumento espectacular construido por Napoleón Bonaparte tras la victoria de la batalla de Austerlitz, en 1805, de cuyo redondel nacen Avenidas importantes, iniciándose los Campos Eliseos; luego visitaron la Torre Eiffel, llamado en honor a su creador Ingeniero Gustave Eiffel, también otro monumento, pero éste de hierro prodelado, con una altura de Trescientos treinta metros de altura, y en el piso superior, está el mirador, situado en el extremo del Campo de Marte, a orillas del Río Sena. Tambien fueron a pasear a la Basílica del Sagrado Corazón, enclavada en una colina, en Monmartre, con un estilo arquitectónico Romano, bizantino, influyendo su construcción en otros templos, donde la peregrinación se iniciaba al subir muchas gradas. Llegaron a la Catedral de Nuestra señora (Notre Dame) de estilo gótico, construída en el siglo XII, y solamente las res Rosetas del frente tienen vidrieras legítimas por ser de excepcional calidad, famosa entre otras cosas, por haber servido en la película inspirada en la novela de Victor Hugo, “El Jorobado de Nuestra Señora de Paris” interpretada por Anthony Quinn.. Caminaron sobre el Puente San Luis, cuya isla San Luis se conecta con el margen derecho del Río Sena. Estuvieron en el Barrio Bohemio Latino Saint Germain des Pres, lleno de cafés literarios donde se congregaban estudiantes, artistas y turistas, con ventas de cuadros pequeños al oleo, acuarela ó litografías para souvenirs; habían también artistas dibujando retratos. Fueron al Museo de Louvre, donde se exhiben una Pirámide, y estanquen mirando al Palacio Richelieu, con salones extensos conteniendo once milenios de conservación de civilización y cultura, fue tan grande que decidieron re-programar en un futuro, una nueva visita. Recorrieron a pie, el extenso Río Sena, donde lanchas y barquitos con turistas navegaban por esas aguas, durante el día. En la Plaza Clichy, Carola observaba que en el redondel daban vueltas los carros – Taxis de marca Mercedes Benz del año, prestando sus servicios-, salas de cines exhibiendo películas en estreno, kioscos de vendedores de revistas y periodicos ; el Pigalle y la plaza Blanche, muy cerca del Molino Rojo, inmortalizado este cabaret por los grandes maestros de la pintura, se decía que Toulouse Lautrec tuvo ahí su hogar, por las noches es concurrido debido a los espectáculos que ofrecían las bailarinas levantando las piernas con música de Can Can, siendo todas ellas iguales en su pelo, estatura y vestuario, en Montmartre vivieron Vincent Van Gogh, Salvdor Dali, Edouard Monet, Edgar Degas,Pablo Picasso, entre otros famosos pintores.

Margaret en un café a orilla de Saint Germain des Pres, llevó a Carola a tomarse un par de cervezas, donde casualmente estaba sentado en una mesita pequeña redonda saboreando un café capuchino Jean Paul Tailleur; él se alegró cuando las vió, se fue a sentar con ellas, y Carola comprendió que lo había flechado, había sido amor a primera vista. Ella se despidió de él porque solamente el siguiente día le quedaba para descansar,ya que debía volar de regreso a El Salvador; pero él muy cortes, le pidió verla al siguiente día. La última noche en la ciudad de Paris,Jean Paul ayudó a Carola a trasladarse a un hotel situado en los alrededores del Aeropuerto Charles De Gaulle. Como despedida,en la Ciudad Luz,pasaron juntos toda la noche, se trataron como si se hubieran conocido de toda la vida, se dedicaron a ver películas prohibidas, a tomar vino y champán rosado hasta embriagarse, se contaron anécdotas, se reiron a carcajadas. Por supuesto que Carola no pudo dormir, por la excitación que debería viajar en breves horas, y que prefería dormir en el avión. Nunca en sus treinta y cinco años de su vida, Carola había conocido a un joven tan viril, y experto en el amor; él, sabía cómo besarla, cómo acariciarle su escultural cuerpo con sus labios y cómo encenderle sus deseos ardientes. Ellos recostados sin inhibiciones, totalmente desnudos, Carola se había situado boca arriba sobre la cama con las piernas un poco abiertas, y él, encima de su ser, se abrazaban intensamente, rodando de un lado a otro. Permanecieron así, toda la noche, haciendo el amor, hasta el día siguiente… Al amanecer tuvieron que despedirse para siempre. Carola había disfrutado intensamente de la estadía en Paris, y en su memoria llevaba losgratos recuerdos de tan bellas personas que había conocido.
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará.

Santa Tecla, 27 de agosto del 2009

domingo, 23 de agosto de 2009

EL JARIPEO

POR MIREILLE ESCALANTE DIMAS
La jacarandosa Greta y la entusiasta Estrella se vistieron de blusas cuadriculadas rosadas, ambas de mangas largas, sin abotonarse totalmente,mostrando adrede el inicio de sus pechos redondos; los pantalones azules de mezclilla tronconeros ajustados,marcaban la cintura "de avispa", y caderas ancha; usaban botas negras de cuero para completar el atuendo “vaquero”; su cabellera larga recogida por una coqueta laza color rosa. Ellas, se preparaban para asistir el 2 de agosto a las tres en punto de la tarde, al impactante Jaripeo de Sonsonate, Republica de El Salvador.

La carretera pavimentada como un listón, con una distancia de 65 kilometros desde San Salvador a Sonsonate.
En el trayecto se apreciaban las diversas poblaciones por las que se debía pasar para llegar a su destino: Santa Tecla con edificios y construcciones modernas; Colón, edificada discretamente en una cima, cuya Iglesia Católica alberga al Cristo Negro; Lourdes, que en un tiempo conocido como “La Junta”, había progresado rápidamente, siendo un lugar populoso, en cuyas colonias se encuentran llamativas residencias contrastando con viviendas pequeñas; la de gente movilizándose de una lado a otro, comprando en el pequeño mercado al aire libre, visitando Bancos, Ferreterías, Supermercados, Restaurantes de Pollo Campero, y Pizzerías; a la terminación de la población, la zona industrial de Lourdes con abundantes fabricas… Al frente dela carretera, se podían divisar los imponentes Volcanes, el de Izalco, el de Cerro Verde y el de Santa Ana;el cielo limpio devnubes; a la llegada a Ateos, justo al pasar el río extenso, pasando por arriba en el puente, estaban las casas construidas a un lado de la calle,hubo una época que fue importante dicho lugar, cuandola producción de café tenía su valía; a lo lejós se veía lo que una vez fue el Beneficio de Café con sus amplios patios para secar el producto; de las poblaciones de Sacacoyo, Armenia, San Julián, e Izalco solamente se divisaban los respectivos desvíos; sin embargo, antes de llegar a Izalco, estaba el desvío para el balneario de Atecozol, con su inmensa piscina; en Izalco, la antesala a Sonsonate, se encontraban ventas de frutas tropicales y la refrescante agua de coco; se encontraba el desvío hacia Caluco, famoso, por la sopa de gallina india, y cuyo río tiene aguas termales.Se arribaba a Sonsonate, y con dos entradas, una conduciendo para el centro de la ciudad, y la otra, para Acajutla.

Sonsonate, conocida popularmente como la “ciudad de los cocos”, muy cerca del litoral del Océano Pacifico, razón por la cual el calor se siente con mayor intensidad, oscilando la temperatura entre 33 y 35 grados Centígrados, pero por el viento que soplaba se hacía soportable el clima.

Sobre la carretera que conduce a Acajutla, justo a la salida de Sonsonate, estaba el predio baldío de la Cruz Roja, totalmente cercado con alambre de púas, con anuncios comerciales e invitaciones para el Jaripeo.

La admisión a las instalaciones donde se iba a realizar el espectáculo, Greta y Estrella al mostrar sus boletos, los promotores les obsequiaban sombreros de palma, que además de protegerlas del sol,las hacía verse hermosas, ya que hacían juego con el traje estilo “vaquero”.

Se asombraron, al encontrar en el predio baldío, la Exposición de vacas y toros, pura sangre, de la clase Braham, Holstein, Cebu, era lo mejor de lo mejor del ganado vacuno de su especie, escogidos por ser gigantes en su tamaño y muy robustos; ellas, no habían estado tan cerca jamás en sus vidas, de semovientes, como en esa ocasión. En dicha exposición habían también cabras, ovejas, cerdos, conejos y hasta gallinas.

Greta y Estrella, pasaron caminando voluptuosamente al otro extremo, donde estaban ubicadas las típicas champas, ofreciendo bebidas, desde agua simple, refrescos, sodas, cervezas nacionales Pilsener, Golden Light, y Suprema, y suculentos platos de comida de carnes asadas, pollo frito, arroz con frijoles, aguacate, pedazos de queso y chicharrones, acompañadas de las tortillas recién echadas en el comal de barro; sin faltar las típicas pupusas de queso, con loroco, con frijoles, revueltas, de chicharrones, de ayote, de mora.

En el centro del predio, estaba instalada una armazón circular de postes de madera, sobre el piso de tierra, aserrín regado; y unas gradas de madera improvisadas para sentarse a ver el espectáculo.

En posición de descanso estaban dos jinetes con los dos caballos amaestrados de “alta escuela”. Se trataba de los artistas principales del Jaripeo.

Estrella le comentó a Greta:
- Que precioso ejemplar, ese caballo blanco!
- Se llama Cromo, y será montado por FRANK- le contestó un espectador.
Emocionada Greta, dijo:
- Mira, y ese otro, color negro azabache-.
- Ah, él es Huracán, y MAURICIO, lo cabalgara- replicó el mismo espectador.

Antes de comenzar el espectáculo se escuchaba la música y canciones rancheras, corridos y norteñas, por medio de alta voces, desde el improvisado pequeño escenario. Se preparaba el ánimo del conglomerado. La Radio Ranchera –una de las Promotoras del Jaripeo, había llevado simpáticas modelos como presentadoras, y ellas anunciaban por medio de micrófono, el programa.

Al iniciarse el espectáculo del Jaripeo, se presentó la “Chola Puñales”, un payaso vestido de mujer, con traje largo, almohadones en los pechos, y en las caderas, un pañuelo amarrado en la cabeza; él iba a torear una vaca pequeña (vaquilla); hacía gracias:para que el público se riera, se le hincaba dándole la espalda a la vaquilla, la cabalgaba, le halaba los cuernos,y el animal no se enfurecía, ni siquiera se tomaba la molestia de ver al payaso, con esa actitud la gente se moría a carcajada limpia.

Dentro del programa, se anunciaba la presentación del imitador de “don Vicente Fernández”, quien con voz desaforrda cantaba “El Rey”, la cual al unísono, la muchedumbre acompañó.

Luego, vestida de mariachi, una reconocida cantante de la sociedad Sonsonateca, representaba a la difunta artista mejicana, Lola Beltrán, cantando “Cucurucucu Paloma”.

El acto espectacular, y por el cual habían ido Greta y Estrella, había sido la presentación de Frank y Mauricio, quienes montaban sus caballos amaestrados de alta escuela, donde jinete y bestia, se confundían, eran unos Centauros modernos..

Frank, montaba a Cromo, y le exigía a éste que doblara sus patas, y moviera la cabeza en señal de saludo al conglomerado. Luego, velozmente, cabalgó corriendo alrededor del cerco; con el paso de andador, dando saltos pequeños, hizo bailar a Cromo al son de la música mientras él cantaba una ranchera; para despedirse de la multitud, hizo que se parara en las dos patas traseras, y moviera las patas delanteras.

Por su parte Mauricio, montando a Huracán, lo cabalgaba para que éste reconociera el terreno, mientras la muchedumbre le aplaudía;y empuñando una fusta, le hacía bailar hacia la izquierda, y luego hacia la derecha, y le exigía que relinchara; lo hizo bailar hacia atrás..

Había sido el mejor espectáculo que presenciaron Greta y Estrella.

Después, el locutor, con micrófono en mano, instó a que una señorita de las presentes,lo acompañara a bailar “la quebradita”.
Del público saltó, desde arriba de las gradas, Estrella ofreciéndose voluntaria; como en un circo romano, el conglomerado le gritaba animando a Estrella, que bailara haciendo el paso singular que caracterizaba "la quebradita".

-Yo puedo, y podrá Ud. detenerme?- le preguntaba Estrella al animador.
-Salte Ud. pues, que yo la detengo- contestaba el señor.
-Me va dejar caer- insistía Estrella.
-¡Cómo va a creer semejante afrenta, si estoy acostumbrado a tratar hasta con las vacas, y a ellas las detengo!- le expresó el locutor.

Esa última frase ofendió a Estrella, y enardecida en cólera, se animó de una vez por todas, a saltar sobre el hombre del micrófono, haciéndolo tambalear pero sin que éste cayera al suelo, ella corrió en un envión, abrazándolo con ambas piernas en la cintura, y tirándose de espaldas como una excéntrica balletista, formando un arco humano…

La multitud aplaudió frenética, felicitando el acto, y gritándo:
-Bravo! Otra vez”!.

Ese baile cautivó a don Rosendo, ganadero de la región, y dueño de unos toros de exhibición, quien inmediatamente después del baile, se dirigió a felicitar a Estrella, cuando ya ésta se había incorporado al público.

El, se distinguía de los demás por usar en sus pantalones un cinto grueso de cuero negro, adornado con una hebilla de oro y pequeños diamantes, superpuesta de una figura de herradura;lucía un fino sombrero blanco de fieltro y alas anchas; era alto, fornido, cuarentón, de piel morena clara, y muy bien parecido. Se le presentó a Estrella, extendiéndole la fuerte mano, y ella, coquetamente se la tomó. No pudieron conversar debido al bullicio,pero luego, ella, educadamente, se despidió de don Rosendo, no sin antes de proporcionarle el Número telefónico, para que algún día él le llamara; ya eran las diez de la noche, y debía regresar con Greta, a casa, en Santa Tecla, Departamento de La Libertad.

Santa Tecla, 23 de agosto de 2009.



PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

viernes, 21 de agosto de 2009

EL ENCUENTRO DE BRENDA

POR MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Brenda, y su hijo Felipe de siete años; un matrimonio amigo: Mandy e Ignacio, juntamente con Adolfo, su hijo tambien de siete años; arribaban a un pueblito costero donde el verano del año de 1980 transcurría, y se confundía con el invierno; el sol abrasador se reflejaba en el mar, tornándose incandescente el ambiente y los vientos marinos con aroma a yodo, sal, pescado y mariscos se esparcían por doquier. Las casas pequeñas pintadas de cal, y tejas como si fueran de “nacimiento” (1) sobresalían construidas a orillas de la calzada empedrada de San Luis Talpa. (2) del Departamento de La Paz, en El Salvador.

-Vendo cocteles de conchas, y camarones- gritaba desde una champita la flacucha dueña de lugar.

Ese lugar era el último de contacto con la civilización, y el comercio, se podía decir, que era la última parada, de ahí en adelante se encontraba solo mar, arena y sol.

En vehículo viajaban cinco kilómetros rumbo a occidente, sobre la calle polvosa vecinal, abierta en medio de la maleza, hasta llegar a un brazo de mar, que interrumpía el trayecto; lugar éste donde se dejaba el pick-up Toyota doble cabina. Se bifurcaban dos medios para llegar al destino, escoger el estero, ó lanzarse a caminar a pie dos kilómetros. Para ellos era mejor el caminar con paso ligero al caserío y Playa llamado “El Pimental”(3), porque los niños, disfrutaban del paseo, durante todo el recorrido iban jugando, corriendo descalzos en la arena húmeda donde las aguas del mar marcaban el límite de las olas deshaciéndose., quedando solamente la espuma blanca burbujeante.

Para la caminata bajo el sol, se embadurnaban generosamente de crema bronceadora SPF 15, con aroma de coco. Su indumentaria era ligera, cómoda, y deportiva, usaban gorras para protegerse del sol; cada quien cargaba sus mochilas.

Luego de veinte minutos de caminar, comentaba Ignacio:
-Pronto llegaremos al paraíso-

Iban a pasar los cinco días de vacaciones de la Semana Santa, donde el amigo de Ignacio, don Fulgencio y su numerosa familia, quien resultó favorecido con la Reforma Agraria por medio de FINATA (4), habiéndose convertido en
dueño de cinco manzanas de terreno, las que abarcaban tierras para cultivar de cereales; y playa, estero y manglar para pescar . Había un paraje resultante de varias filas de cocoteros altísimos y esbeltas palmeras sembrados en el terreno alto, un poco distante de la orilla del mar.

Felipe y Adolfo, con los tres hijos de don Fulgencio, cuyas edades oscilaban entre los nueve y trece años,. Jugaban a veces a los Piratas, durante las mañana y tardes, y otras, a ser los descubridores de América; navegaban remando a diestra y siniestra el cayuco de madera que don Fulgencio les había proporcionado, se atravesaban hasta por los lugares más recónditos, el estero; Felipe y Adolfo, por ser citadinos, con asombro admiraban el manglar, y con curiosidad, los cangrejos que tímidamente asomaban sus saltones ojos desde un hoyo, haciendo burbujas y escondiéndose. El día para los pequeños pasaba volando, y por la noche dormían como un tronco.

Los cuatro hijos adultos de don Fulgencio, por las madrugadas ordeñaban las vacas aprovechando la tranquilidad y el frescor del ambiente dejado por el rocío; luego ponían la leche en un recipiente de barro en la cocina para hervirla en el fuego de leña, y servirla en el desayuno. .A las siete de la mañana, se incorporaban a los trabajos de las siembras de los cultivos, y muy de vez en cuando, con sus atarrayas se iban a pescar a la orilla del mar, “pepesacas”, “plateadas” y “ejotes” (5), que abundaban en las aguas de El Pimental. También se subían a los cocoteros, a cortar su fruto, para ofrecer la dulce y exquisita agua a los visitantes..

Brenda de treinta años, esbelta, con cintura de avispa, y pechos redondos, pasaba los días tirada en la arena, en su clásico traje de baño, dedicándose a leer un libro best-seller, bajo la sombra de una palmera; mientras que Mandy, de treinta y tres años, con su cuerpo esbelto, lucía bikini. y lentes oscuros, bajo el ardiente sol acostaba en la arena sobre una toalla inmensa, se bronceaba la piel con crema de coco; hasta hacérsela del color exótico bronce.

Esos cinco días, eran de un total relajamiento. No se escuchaba la radio de San Salvador, sino que emisoras de Guatemala. No existían telefonos ni celulares, ni tampoco luz electrica. Se alumbraba por las noches con candiles de gas, se cocinaba con leña y carbón. La tecnología brillaba por su ausencia. La comida era lo más sana y natural posible.

En el desayuno servían huevos “indios” (6), ya fueran éstos pasados por agua: tibios ó amelcochados;: picados ó estrellados; frijoles de seda salcochadaos ó fritos, de la cosecha reciente; majonchos (7) asados; leche de vaca con café ó chocolate; queso y crema producidos en la casa de don Fungencio.

En el almuerzo, dependía de la pesca, a veces sopa de camarón ó pescado; y luego a éstos los freían. Lo variaban con la sopa de gallina india, y ésta la tostaban en las brasas. Se disfrutaba de la sopa de mora , de chipilin, recién cortada. Como una plato gourmet y abundante, huevos de tortuga pasados por agua, y huevos de iguana “comaleados”.(8) Las tortillas recién salidas del comal. El café, del árbol del cafeto procesado en la casa de don Fulgencio, primeramente “frangollado”(9), limpiado, tostado, molido en la piedra de moler, y por último puesto a hervir, sin preservantes ni aditivos, antes de ser servido en una taza de café..

En la cena, casi siempre echaban pupusas de arroz o de masa, las ofrecían de queso con loroco, de ayote, de mora, de frijoles, y hasta de pescado y camaroncillo..

Felipe y Adolfo con muy buen apetito, por primera vez en sus vidas, olvidaban las hamburguesas y las pizzas, comiendo saludablemente; igual ocurría con sus preocupaciones, descansaban de las responsabilidades de los deberes escolares, ya que su vida por el momento se trataba sólo de jugar.Esas si eran vacaciones bien merecidas!

Brenda y Mandy estaban casadas con Rafael e Ignacio respectivamente. Ambos hombres eran totalmente diferentes, Rafael, un agricultor, tosco, sin estudios superiores, fisicamente muy bien parecido, alto, atlético, rudo, de “armas tomar”, dormía con su revovler Smith & Wesson siempre bajo su almohada; Ignacio, culto, profesional, con una pequeña barriga, muy tranquilo…

Resulta que la última noche, se apareció Rafael buscando a Brenda y a Felipe, el cielo se encontraba despejado, con la luna iluminando la noche, como si hubiera sido de día, y las estrellas en el cielo se podían hasta contar; Rafael, había conseguido transporte en cayuco, atravesándose el estero, hasta llegar a la casa de don Fulgencio. Esa noche, para Brenda hubo fiesta, se alegró que su marido la llegara a buscarla, y juntos se incorporaron a la reunión familiar de los hijos de don Fulgencio, quienes reunidos en el rancho (10) más grande tocaban la mandolina, el acordeón, la dulzaina, y hasta cantaron “norteñas” (11), hasta la medianoche.

La familia de don Fulgencio dormía en camas adentro de unas habitaciones separadas por palmas secas que servían de paredes, mientras los invitados, en hamacas tejidas de hilo de algodón, al aire libre, a campo abierto, distribuidas desordenadamente por todo el ranchon; los pequeños, dormían profundamente; Mandy con Ignacio habían tenido el cuidado de que sus hamacas quedaran cercanas, pero Rafael, con ese carácter posesivo y dominante que lo caracterizaba, insistió que Brenda debía dormir con él en la misma hamaca, siendo ésta bastante amplia, y donde cómodamente podían descansar dos personas.

Rafael espero dos horas, calculando que Mandy e Ignacio se hubieran dormido, para comenzar a mecerse suavemente en la hamaca, haciendo el lazo un leve ruido a grillo. Rafael, estaba acostado de espaldas, y encima de él se encontraba Brenda sentada con las piernas separadas, apoyándose en el suelo con los pies empinados, haciendo un oscilante movimiento de suave vaivén, a la vez que Rafael le acariciaba con los labios ambos pechos; permanecieron unidos por quince minutos hasta quedar agotados y sucios de amor. En la lejanía se escuchaba el rugido del mar.Había econtrado a su amado Brenda!



LLAMADAS:
(1) nacimiento- son casas pequeñas elaboradas de cartón y que adornan los hogares e iglesias católicas, en Navidad el Misterio del Niño Jesus.
(2) San Luis Talpa, población costera de la jurisdicción de Zacatecoluca, Departamento de La Paz, en El Salvador
(3) El Pimental- nombre de la Playa
(4) FINATA – Proyecto del gobierno para los jornaleros arrendatarios que se beneficiaron si habían trabajado la tierra por medio de un arrendamiento, que en el año de 1979 se implemento
(5) “pepesacas”, “plateadas” y “ejotes” – variedad de pescados pequeños que se utilizan para comérselos tostados con sal y limón..
(6) huevos “indios”- son puestos por las gallinas que no son de incubadoras.
(7) majonchos – una variedad de guineo diferente al banano y al platano, se caractiza porque este es pequeño, dulce y gordito.
(8) huevos de iguana “comaleados”- son huevos que se cocen con el vapor del comal.
(9) “frangollado”, que al café seco se le quita la cascara con una raja de madera, quedando listo para escoge el grano café, que deberá ser tostado en el comal.
(10) rancho – construcción de horcones de madera, y techo de palma
(11) Norteñas- canciones populares mejicanas.



PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.

Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

Santa Tecla, 21 de agosto de 2009.

domingo, 9 de agosto de 2009

FANNY LA INQUIETA

Por Mireille Escalante Dimas

A un kilómetro de distancia, del Cantón Tres Ceibas, sobre la carretera pavimentada que conduce a Sonsonate, a mano derecha, justo frente a la Hacienda Puerto Arturo, estaba la Finca Lutecia, donde se llevaría a cabo la atolada organizada por la tía Mady. No había lugar a equívocos, ya que ondeaban unas tiras largas de fuertes colores inconfundibles cortadas de papel crespón, adheridas a los postes del falso de la entrada (1), en señal de bienvenivida a la atolada.

La pequeña casa patronal rebalsaba de personas, todas preparándose para la reunión. En el frente, en el amplio patio cuyo suelo era de tierra habían muchas sillas, invitando a sentarse en ellas. El sol, no se sentía quemar, ya no estaba perpendicular, la temperatura había bajado; los altos y frondosos árboles de mango, mamey y aguacate, cubrían con su sombra, un buen trecho del patio, mientras se sentían suavemente las caricias del viento.

Desde adentro de la casa. se escuchó gritar entusiasmada a la tía Mady:

-¡Apuráte Tancho con los elotes!-.

-Ya voy señora- le contestaba, mientras colocaba en el suelo el costal (2) lleno de elotes.

Apenas el reloj marcaba la una de la tarde, pero comenzaba el movimiento, el ajetreo de la atolada, porque a las tres en punto, se esperaban a lo invitados, y por ser hora salvadoreña, se conocía de antemano que tendría como retraso mínimo una hora, que realmente la concurrencia llegaría a las cuatro.

La tía Mady, había regresado después de haber vivido cinco años en Paris, Francia, trayendo consigo costumbres sociales abiertas, hablando divinamente el francés, practicándolo cada vez que la oportunidad se le presentaba. Cuando Fanny, su sobrina, presenciaba la conversación de la tía Mady, se moría de vergüenza, no obstante que ella, también había aprendiido el idioma. El viaje a Francia enfermó a la tía Mady, añoraba ese tiempo; amaba su libertad, nunca pensó en formar un hogar, consideraba que ningún hombre la merecía a ella, de tal modo que la búsqueda de su “ principe azul”, era interminable; se había resignado a “quedarse a vestir Santos que a desvestir borrachos”, según su decir, sin embargo disfrutaba de la compañía del sexo opuesto. Le había enseñado a Fanny su teoría, quien rápidamente la asimiló: los hombres serían nada más una pasajera diversión.

A pesar de ser solterona, y entrada en sus años, la tía Mady era de lo más alegre del mundo. Todos los días se arreglaba como si fuera a una fiesta, con su maquillaje espeso en la cara para cubrirse las imperfecciones de la piel, ocultaba las manchas del sol y arrugas; sus labios finos y delgados los delineaba con pinta-labios rojo carmín, para espesarlos y convertirlos en gruesos y carnosos; su cabello siempre rubio oxigenado; su piel cuidadosamente bronceada; .era pequeña de estatura, pero muy bien delineado su cuerpo, usaba trajes una talla menos, a la medida que le correspondía, razón por la que la ropa se le ceñía a la piel.

Esa tarde llevaba pasaríos ajustados que le marcaban perfectamente sus anchas caderas, las que se acentuaban debido a la cintura delgada; que orgullosa mostraba; lucía una blusa escotada mostrando sus abultados pechos. Caminaba de un lado a otro, bamboleante con sus zapatos de tacon alto, supervisando a las empleadas a fin de que la atolada fuera todo un éxito; cuidaba evitar que se “cortara “ el atol,r; que los tamales salieran ahumados; y los elotes, quemados”.

Realmente la atolada era un acontecimiento importante para la tia Mady, siendo casi de tinte político, porque entre los invitados estaban el Alcalde Municipal de la ciudad de Armenia, y sus Regidores con sus respectivas familias; por supuesto la presencia de su hermana Ana Dolores, casada con don Alejandro, un funcionario importante, que desempeñaba el cargo de Magistrado en la Cámara de lo Civil de Occidente (3) con su inquieta y glamorosa hija Fanny, sobrina de la tía Mady.

La Tancho auxiliada por la Mancha y la Braulia, arrancaban rápidamente las hojas verdes del elote, a veces utilizando filosos cuchillos, hasta dejar al descubierto los granos del elote, mazorcas recién cortadas de la milpa cosechada en la finca.

-Poné aquí de este lado, los elotes que se van a hervir, para comerlos salcochados: y en este otro lado, los que vamos a desgranar para llevar al molino- ordenaba la Tancho.

La tía Mady, nerviosa esperaba el regreso del molino, mientras en el poyetón de la cocina estaba la leña convertida en brasa incandescente, y una olla negra redonda y honda, llena de agua, leche,.azúcar y canela, constantemente se le revolvía para evitar que se pegara, mientras se le agregaba la masa molida del elote hasta llevarlo a ebullición, durante veinte ó treinta minutos; y antes de servirlo en huacalitos de morro (4), debía pasarse el líquido por un colador corriente.

Y sobre la mesa cuadrada de madera las hojas verdes del elote, arregladas esperaban también la masa molida revuelta con azúcar, sal, margarina, y pedacitos de chicharrones para que se colocaran sobre las hojas, tres cucharadas grandes de masa, envolviéndose luego las hojas del mismo elote, y doblando las puntas de las hojas; así, formados los tamales crudos, se depositaban en el galón de aluminio, en cuyo fondo estaban chocados unos olotes (5) y hojas verdes con un poquito de agua, a manera de colchón, para al entrar en ebullición, no se lavaren los tamales, y perdieran el sabor y gusto.

Por otro lado, en un recipiente grande, hirviendo elotes con las hojas hasta quedar cocinados, y comérselos salcochados con sal, acompañados con el atol. ¡ Banquete exquisito cuyas raíces se remontaba a los origenes de Mesoamerica !

Cuando dieron las tres de la tarde, todo estaba cocinado; la tia Mady esperaba a los invitados, sentada tranquilamente en una mecedora del corredor de la casa patronal. Había también decorado a los árboles alrededor de la casa con globos pequeños y grandes, de variados colores. Eran los primeros días de agosto, y la primera cosecha del maíz pespuntaba posistivamente. Por tradición, año con año, la tía Mady celebraba la atolada; pero, después de degustar el atol, los tamales y los elotes, los hombres brindaban con licor, y al calor de los tragos se deleitaban contando chistes, anécdotas, cantando, derivándose la atolada en una fiesta que terminaba a las siete de la noche,

El Alcalde Municipal, don Luis, llevaba la música, y con él iban tres guitarristas, quienes además de ser expertos en cantar boleros, tocaban de maravilla. Don Alejandro, iba aperado de unas cuantas botellas de whisky, ron y vodka, y para los que preferían bebida más suave, les ofrecían “agua dulce” (6).

Fanny, la guapa e inquieta sobrina, justo en la flor de su juventud; ansiosa más que por conocer el amor platónico, buscaba el placer mundano; se fijó en uno de los músicos, quien en broma y en serio, ella manifestaba que “estaba tal cual como el médico se lo había recomendado”; queriendo indicar que ese era el hombre apropiado; lo consideraba en ese momento, un muñeco, con voz de jilguero.

El hombre escogido por Fanny, le decían “El Plateado”- jamás se le conoció el verdadero nombre de pila; así le llamaban porque por ser joven, tenía la cabeza llena de canas, de pelo blanco; él vivía en San Salvador, y tenía presentaciones en el Teatro Principal donde él tocaba la guitarra al mismo tiempo que cantaba canciones del recuerdo, también se le conocía como “el show-man”.

A medida que transcurría la tarde, y las botellas de licor empezaban a escasear “El Plateado” con su requinto español, de cuerdas metálicas, tocaba melodías vibrantes a la encantadora Fanny, quien embelesada lo escuchaba. Por supuesto, ella le correspondía ni corta ni perezosa, lanzándose a responder a la conquista de “El Plateado”; ella, le ofreció llevarlo a conocer el río que atravesaba la finca, aprovechando aún la luz del atardecer que iba cayendo.

Caminaron entre la maleza unos treinta metros, para llegar al arroyo, un continuo y delgado hilo de agua, con pececitos nadando, su cristalina agua, escuchandose el murmullo suave del correr del cauce. Fanny, sin mediar palabra se desnudaba lentamente con gallardía soltura a la orilla, para adentrarse a las aguas, y recostarse en medio de la suave, y cálida vertiente.

-Haceme compañía que el agua está de ensueño- expresó Fanny dirigéndose a “El Plateado.”

El, no salía de su asombro, al ver el atrevimiento de Fanny; le admiraba el cuerpo esbelto, y bien formado de piel durazno aterciopelada . Por supuesto que aceptaba el reto; él también se quitó su ropa, dejándola en el mismo lugar donde estaba la de ella; y colocándose encima de Fanny al mismo tiempo que al oído le susurraba:

-¿Te sientes cómoda? ¿Avísame si te lástimo?

Fanny no contestó: la respuesta que obtuvo fue el ofrecimiento de sus sensuales labios en señal de aceptación.

Iniciaban el encuentro amoroso, “El Plateado” le besaba los senos, los cuales con su pícara lengua le recorría alrededor los pezones, mordisqueándoselos con dulzura; le acariciaba con besos el cuello, y de vez en cuando, con las manos le echaba agua del manantial mientras que con movimientos rítmicos y pélvicos suavemente sus humanidades se hundían en el agua. Disfrutaron soberbiamente, la caída del atardecer; secando sus cuerpos al viento; se vistieron para reincorporarse al final de la atolada, como un par de seres particulares, que nada había ocurrido entre ellos. Había sido uno de esos encuentros inolvidables de placer y lujuria. En medio del bullicio, y del calor de los tragos, nadie se había percatado de su ausencia.

Ni él ni ella, sintieron tener jamás compromiso alguno; había sido todo un arrebato de deseo momentáneo, que lo supieron aprovechar. El encuentro lo consideraron una aventura más en sus vidas. Cada quién siguió sus destinos diferentes, despidiéndose en la finca, para siempre, con un beso tierno al final de la atolada.







LLAMADAS:

(1) el falso, es una especie de porton usado en propiedades rústicas; está hecha por postes secos de madera de árbol, todos del mismo tamaño y grueso, sostenidas con cuatro hileras de alambre de púas, pudiéndose retirar para entrar, y vuelta a colocar.

(2) el costal, una bolsa de plastico grueso y grande, que sirve para depositar alimentos, como mazorcas de maiz, y frutas.

(3) el Occidente de la República de El Salvador, comprende los Departamentos de Sonsonate (entre sus Municipios, está Armenia), Santa Ana y Ahuachapan.

(4) huacalitos de morro, recipientes hondos fabricados del fruto del árbol de morro, usados para servir líquidos, acostumbrados en la campiña.


(5) olotes, el mismo elote pero raspado, sin los granos.

(6) “agua dulce”, bebida usada por los indígenas desde tiempo inmemorial, a base de piña fermentada con agregado de dulce de panela y maíz.



PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

Santa Tecla, 9 de agosto de 2009.

jueves, 6 de agosto de 2009

LA ENCANTADORA THAIS

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS

Amaneció siendo una mañana friolenta en Diciembre ´80 , con vientos fuertes soplando a diestra y siniestra, levantando polvo por doquier, cuando Thais, una atractiva diminuta mujer, curvilínea, dorada por los rayos solares, rubio rojizo su cómodo cabello corto, vestía seductoramente una falda pegada a su cuerpo, blusa informal, y perlas de Madagascar colgando en su cuello, corría apresuradamente desplazándose de un lado a otro, entrando y saliendo de los almacenes de Metrocentro (1); compraba los regalos navideños cuando tropezó casualmente con un atractivo hombre, Rodolfo, abogado y filósofo.
Rodolfo, alto y corpulento, moreno, estilo francés oscuro su recorte de cabello, camisa impecablemente blanca, corbata de seda intenso verde aqua, y elegante traje gris de casimir ingles.
En ese instante, él se presentó al momento que le extendía su mano franca y sincera, diciéndole:
-Soy Rodolfo, puedes llamarme “Fito”, y estoy a tus órdenes para lo que me ordenes, mi señora encantadora.-
Y ella, sonrojada por no estar acostumbraba a conocer personas de esa forma, le contestó alargándole también la mano, y pensando para sus adentros que su nombre Thais, correspondía a la “diosa maligna del sexo”, y cortésmente replicó:
-Thais, igual que la “diosa griega que acompañó a Alejandro Magno, en sus conquistas.

Ambos al presentarse se sintieron flechados por Cupido. Así entablaron una efusiva conversación e indiscutiblemente desde ese día, se frecuentaron diariamente. Rodolfo, sintió atracción por Thais, enamorado de su manera de hablar, de su graciosa forma de expresarse, de su “andar” seductor…

Hacían una pareja, dispareja, contradictoriamente opuestos, tanto en su físico como en sus cunas; él, soltero, originario de Zacatecoluca, (2) emparentado con la familia del Libertador de Esclavos, Sánchez y Perez; y ella, descendiente de Militares, pero según decires también de Proceres, originaria de Armenia, (3) se hacía llamar “viuda”, cuando realmente había sido la conviviente del adinerado Enrique, quien a su fallecimiento le heredó toda su fortuna.

El 15 de julio de 1981, contrajeron matrimonio en la iglesia de San Silvestre de Armenia. Ella vistió de luto en la ceremonia, el negro, según la tradición era de uso exclusivo de las “viudas”. La fiesta de bodas,-casi simbólica,- se celebró atrás de la iglesia, en casa de Thais; fue efímera e íntima. Posteriormente, los “novios” se desplazaron al Aeropuerto de Comalapa, para disfrutar de ocho días. su “luna de miel”(4)

El viaje de novios fue hacia la ciudad de México. Fueron días agotadores, felices, qye pasaron volando y con tours diferentes.
Thais le expresó a Fito:
-Estoy emocionada porque es la primera vez que viajo al D.F.-
Y Fito, le replicó:
-Yo también; en la agencia de viajes, al comprar los boletos del vuelo, me recomendaron hiciera la reservación del hotel-

Así fue como llegaron al centro histórico de México D.F., a la suite nupcial del cuarto piso del Hotel Regis,(5), al nomás llegar en ese hotel, escogieron un paquete turístico para el recorrido del Distrito Federal.
La noche de bodas, fue de lo más sublime, adjudicándoselo al cansancio del viaje, pues a lo sumo, solo llegaron a hacerse caricias. mimos y besos, y nuevamente se juraron amor eterno.
Jamás imaginaron que al tomar el “paquete turístico”, no tendrían tiempo para su intimidad; ya que don Andrés, el guía, era un señor hiperactivo, interesado en mostrar la ciudad de día, tarde y noche; él interés de don Andrés estribaba en que ellos debieran conocer como turistas, muchos lugares principales en poco tiempo. ¡Ya para hacer el amor tendrían el resto de sus vidas!

Por la mañana en su primer día en el D.F., al despertar relajados y descansados, don Andrés, los esperaba en un vehículo para conducirlos - como buenos católicos- a visitar la Basílica de Guadalupe, situada en las faldas del Cerro de Tepeyac, en la Plaza de las Américas, al Norte de la ciudad de México. Presenciaron la solemne Santa Misa, entre una multitud de personas, extranjeros y nativos; posteriormente les indicaron que debían situarse en una fila que los conduciría por medio de una banda eléctrica en movimiento, a pasar por debajo del Manto tejido en oro, y reflejaba la imagen de la Virgen de Guadalupe; solo por unos instantes, mientras pasaba la banda sin fin, pudieron apreciarla y pedirle “milagros”.
La pareja recién casada, se conformaba con pedirle a la Virgen Morena, les concediera salud, y un hogar permanente.

Luego, don Andrés, los encaminó a las Ruinas de Teotihuacan (6). Lugar ceremonial donde existe desde la época de Mesoamérica, la creencia de que los hombres se vuelven dioses; con solo pisar el campo, sintieron sus energías renovadas. Se adentraron a pie, hasta la Ciudadela, donde apreciaron en todo su conjunto las Pirámides del Sol y de la Luna; el Templo de Quetzalcoatl, y el Patio de los Jaguares; solamente pudieron escalar la Piramide de La Luna, las gradas de roca y piedra, eran cortas, conducían hacia arriba hasta llegar donde había una pequeña planicie, ahí se besaron y se abrazaron con las caricias del viento y los fuertes rayos del sol; presenciaron la vista impresionante de todo el panorama. Estaban extenuados para continuar escalando la siguiente Pirámide, la del Sol.

Continuando la gira, don Andrés, los llevó a conocer el Lago de Xochimilco (7), con sus vistosas lanchas decoradas de flores; Thais y Fito se tomaron fotografías, recorrieron navegando despaciosamente los canales; donde desde cierto ángulo se divisaba en la lejanía, el majestuoso Palacio denominado Castillo de Chapultepec. En ese majestuoso lugar, el Emperador Maximiliano I de México, y la Emperatriz Carlota lo fijaron como su residencia oficial. Don Andrés, los llevó a visitar el interior del Palacio, dado que está abierto al público, compraron un tiquete para entrar, e hicieron ordenadamente una fila enorme; en el Castillo se apreciaban los salones, con su mobiliario que una vez utilizaron los soberanos; recorrieron, los bellos y extensos jardines, donde a la luz de la luna, se vieron reflejadas mas de una vez, las sombras de los soberanos.

Sintiendo como imperiosa necesidad, don Andrés, los llevó al recorrido del inmenso Zoológico de Chapultepec, a observar las vastas especias nativas y exóticas de animales y aves. El guía les comentaba que su existencia se debía a la tradición mejicana originada por el Emperador Azteca, Monctezuma, pues él había poseido un jardín zoológico, con variadas especies animales y aves exóticas, provenientes de diferentes puntos de Mesoamerica; los conquistadores españoles quedaron maravillados ante semejante colección. Thais y Fito, se permitían descansar en bancas largas de madera, bajo los frondosos árboles, y tomando un refrigerio de vez en cuando; en las amplias calles se veían pasar niños, hombres y mujeres de todas edades, razas y culturas. Entre las especies que más llamó la atención de Thais, fue el “Mariposario”, donde se veían volar en azul intenso las “Monarcas”. Aproximadamente dos horas, fue él tiempo, que permanecieron en el Zoológico de Chapultepec, y sin alcanzar terminar ese día, su vasto recorrido.

Don Andres, los llevó de visita al Museo Nacional de Antropología, donde las piezas arqueológicas y etnográficas provenientes de pueblos antes de la conquista de México, se exhiben con gallardía. Thais y Fito, comprendieron fácilmente el origen del hombre; y hasta meditaron sobre su destino. Les pasó igual al paseo del zoológico, tan grande y vasto su recorrido, que no pudieron completarlo.

Por las noches, don Andrés los llevó a destinos diferentes, entre los cuales, estaba el conocer el Monumento de la Independencia conocido también por El Angel de la Independencia, situado sobre el Cruce de El Paseo de la Reforma y Calle de Florencia, el cual se veía, iluminado arriba de la columna romana, la figura espectacular de un ángel. Cenando en el jardín de un exclusivo y glamoroso restaurante a la luz de la luna de Zona Rosa (8).

También don Andrés, condujo a Thais y a Fito, a un “rascacielos” formado por la esquina Madero y Eje Central Lázaro Cárdenas, llegando por medio de ascensor arriba al último piso, al número cuarenta y cuatro. Se trataba del mirador de la Torre Latinoamericana (9). Desde ahí, juntos soñaban al ver rendido a sus pies, la ciudad de México, con sus luces centelleantes de neón.

Visitaron el Teatro Blanquita donde fueron testigos de la presentación del Rey del Mambo, Damaso Pérez Prado (10) y su Orquesta; y otros artistas que emulaban la tragedia de Pedro Navaja (11) Thais aprendió pasos del “mambo”, movimientos de cadera, pélvicos, y voluptuosos, bailándole en ropas menores después a Fito, cada vez que la oportunidad se le ofrecía.

Luego, por se el último día de la luna de miel, Thais y Fito permitieron que esa noche fresca y estrellada, don Andrés los llevara a escuchar Mariachis al Bar ó Cantina “El Tenampa”, acompañados de sus respectivas bebidas de Tequila Cuervo, Reposabado, “cocteles Margarita”, mezcal, ponches de granada, ó cerveza; la música era en vivo, y en las paredes se encontraban retratos gigantes de Cornelio Reyna, Jorge Negrete, Pedro Infante, Jose Alfredo Jiménez; y naturalmente flluían canciones como “Me sacaron del Tenampa”, “Me caí de la nube en que andaba”, “Son tus Perjumenes mujer”. “Oye Bartola hay te dejo estos dos pesos pa´ que pagues el telefono y la luz…”, “Te voy a dejar sentanda en un hormiguero”, “No me gusta la basura, todo lo quieres con socios, hay te dejo un cheque en blanco, pa´que le pongas la cantidad que quieres”… y un sin fin de canciones “clasicas” rancheras…
Conocieron la Plaza Garibaldi, donde se vivía solamente de noche, era frecuentada a la salida de los teatros, y cines; se debía andar con sumo cuidado pues a la cuadra de ésta, comenzaba el Barrio Tepito, donde decían que “hasta los policías eran peligrosos”.
En los diferente puestos de comida, se podían saborear los ricos y variados tacos y tortas de res, la birria, el pozole, el mondongo, caldo de pollo, cabrito al horno, y otros platillos.

Por la madrugada, preparándose para dormir en su hotel, y excitados sus sentidos a flor de piel, debido al estimulo del licor y de la música decidieron despedirse amorosamente del D.F., en su suite nupcial del Hotel Regis.
Fito, vivía encantado de su mujer, admiraba en Thais, lo amena, ingeniosa, misteriosa, además amorosa y cariñosa, atenta siempre a sus deseos. Cuando él dormía o descansaba, se escuchaba hasta el silencio, no había ruido alguno que perturbara su sueño; ella toda una gatita sigilosa, ronroneante y melosa; se recostaba a su lado, acariciándole la cabeza con sus pequeñas, suaves y delicadas manos. El, entregado en cuerpo y alma, a Thais la amaba, estaba loco de deseo, y de lujuria.
Acostados sobre la inmensa cama matrimonial, ella, se incorporaba sobre la humanidad de Fito y con suaves movimientos, rebotando delicadamente en el colchón, se les oía gemir de éxtasis y placer hasta el agotamiento, y después, un silencio sepulcral, donde se habían quedado profundamente dormidos.

Thais y Fito, siempre recordaron su luna de miel.
Y tal como es el final en los cuentos de príncipes y princesas, de reyes y reinas, y de hadas madrinas , vivieron felices hasta el resto de sus días.


Llamadas:
(1) de Metrocentro, centro comercial importante de San Salvador, El Salvador
(2)Zacatecoluca, cabera departamental de La Paz, en El Salvador
(3)Armenia, ciudad situada en 41m Km. Sobre la carretera que conduce a Sonsonate, El Salvador.
(4) Luna de miel – período de vacaciones justo después de una boda, donde compartirían el tiempo juntos; pasarían momentos en pareja; y se conocerían íntimamente.
l(5) Hotel Regis, hotel señorial, de cinco estrellas, situado en el centro histprico de la ciudad de México, y que con el terremoto del 19 de Septiembre de 1985 se destruyó.
(6) Las Ruinas de Teotihuacan, situadas a 48 kilómetros al Noreste de la ciudad de México.
(7) Lago de Xochimilco, situado en el Valle de Anuahac, y formado por canales, donde navegan típicas barcazas.
(8) Zona Rosa, en los años ´80 existían cafés llenos de glamour, donde convergían artistas a tener charlas largas, se exhibía joyería fina: luego a partir de loa años ´89, se convirtió en “Zona Roja”, donde abundan delincuentes y prostitución de menores.
(9)Torre Latinoamericana, Edificio de 44 pisos, terminado de construir en 1956, cuya vista panorámica abarca buena parte del D.F.
(10) Damaso Pérez Prado, nacipo el 11 de Diciembre de 1916 y falleció el 14 de Septiembre de 1989; parecido su físico a una foca, y fue el más grande interprete del “mambo” cubano, musica originaria del Oeste del Africa, donde en su ritmo resaltan timbales y tambores…
(11) Pedro Navaja,- personaje ficticio mejixano que deambulaba por la calle del viejo barrio, llena de peligro, y muerte; transitada también por una prostituta; él se caracterizaba por caminar con sus manos adentro de los bolsillos de un gaban que hacía juego con los zapatos blancos de puntillas, usaba sombrero blanco de ala ancha; y al sonreír mostraba el brillante diente de oro; en esa calle encontró la muerte, abatido a balazos.


PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIALMENTE.
Todos los personajes son ficticios, al igual que las historias, si hubiere alguna semejanza en particular con alguna persona, hecho o lugar, es una mera coincidencia.

SOBRE LA AUTORA:
MIREILLE ESCALANTE DIMAS, Salvadoreña, desarrolla literatura del género literario “Romántico erótico”.
Ha escrito :
“MI TIA CONSUELO SUNCIN DE SAINT EXUPERY; y
CONSUELO DE SAINT EXUPUPERY: LA SACERDOTISA DE LA DIASPORA SALVADOREÑA, que oportunamente se publicará..

Santa Tecla, 6 de agosto de 2009.