domingo, 12 de enero de 2014

SOLO UN JUEGO por Dra. Mireille Escalante Dimas


En la ciudad de Armenia, vive Eric, bien parecido, alto y fornido para su edad, hijo de la Niña Tina, la enfermera del pueblo, madre soltera y además vecinos de Don Braulio, viudo, quien es el escribiente de la Haciendita, y padre de Cora, una joven atractiva, de pechos nacientes como pequeños volcanes, y caderas redondas; ambos, inquietos púberes de catorce años, juguetones, sonrientes, radiantes, y aún inocentes - a pesar de los programas de la televisión, y de la  libido natural, escondida bajo sus inquietas hormonas e ímpetu juvenil- se encontraron una tarde, en el kiosco del Parque de Armenia, y se dieron cita para el siguiente lunes a las nueve de la mañana, ya que estaban de vacaciones las escuelas, era el mes de diciembre, y aprovecharían el inicio de las  (1) cortas de café, temporada en que Don Braulio estaría ocupadísimo. (2) El “rendez vous” era justo para dirigirse al (3) río Agua Caliente. Efectivamente ese lunes, al nomás amanecer Cora le pidió permiso a Don Ramsés para ir a la costurera a escoger la hechura del traje que (4) estrenaría en el Año Nuevo, pero con su segunda intención  llevaba puesto su traje de baño debajo de su vestido.

Por su parte Eric, solamente le dijo a la Niña Tina, que ya regresaría, que iba a verse con unos amigos… Pero esos amigos, comprendía la reunión solo con Cora, con quien se había dado  cita en el Parque.
Ellos solos, se encaminaron a la salida del pueblo, atravesando calles asfaltadas algunas, y otras empedradas, iban con dirección hacia el río… Al estar frente a él,  lo contemplaron desde la sombra de árboles frondosos; era un listón largo cristalino que corría frente a ellos, se escuchaba deslizarse suavemente sus aguas dirigidas en un solo sentido, rumbo Este;  se desvistieron, colocando bien doblada la ropita en un troncón;  ella,   en calzoneta fucsia y él, en su impecable bóxer blanco, se lanzaron hacia las tranquilas pero frías aguas, salpicándose de unas gotitas mientras reían escandalosamente
.          
Al calmarse los ánimos, buscaron dentro del cauce del río,  una poza para nadar y saborear  esa agua limpia, pura y fresca. Cansados de tanto nadar, decidieron buscar cangrejos escondidos bajo de las piedras a lo largo y ancho del río, y como no tenían recipientes para guardar a los pequeños crustáceos  capturados,  los colocaron en los calcetines de Eric. Recorrieron río arriba y río abajo, escudriñando rocas y piedras; consiguieron atrapar muchos cangrejitos, los que por medio de un hoyo del calcetín, fueron escapándose uno a uno. A todo esto, volaban las horas. Y se llegaron las dos de la tarde.

En la casa de Cora, lo que nunca había sucedido, Don Braulio, llegó para almorzar, y cuando dieron las doce, y ella no llegaba, él se comenzó a incomodar, pues había conocido de muchos casos, que las jóvenes salían a la tienda, y éstas desaparecían, su angustia se tornó enorme al ver que eran las dos de la tarde, y Cora no estaba. El tenía que volver a la Haciendita para recibir la entrega de los cortadores de café.
Los jóvenes regresaron a la población, y cada quien a sus casas justo a las 2:30 pm. 

  Don Braulio sintió una inmensa alegría ver llegar a su hija Cora a casa, sana y salva.
 Eric no tuvo problema al explicar sobre su desaparición  En cambio, Cora sí, ya que Don Braulio –quien jamás almorzaba en casa- esa tarde estuvo esperándola desde el mediodía, a pesar de estar hecho un manojo de nervios, la recibió con alegría, y con diplomacia la interrogaba. Le expuso los peligros a los que hoy en día se exponen los jóvenes andando solos ahí, por el pueblo; Don Braulio comentaba sobre  este tiempo diferente al de su época de cuándo él fue  joven, entonces no habían crímenes, no se conocían violaciones, mucho menos secuestros… Hoy en día, El Salvador ha sido señalado como uno de los países con más índices de violencia, donde no hay seguridad ni respeto para la vida de los muchachos; le explicó que no volviera a desparecerse  porque estaría indefensa. Cora se mantuvo tranquila, no le demostró culpa de haber tenido una conducta inmoral,  ni le mostró miedo, le supo ganar la voluntad; además ella inocentemente se había ido de paseo con Eric.  Cora comprendió la preocupación de su padre, e intuyó que ese paseo efectivamente había sido un riesgo, un peligro: ya que hoy en día, los delincuentes solo por el placer de asesinar, pudieron haber sido ellos los muertos.

Don Braulio y Cora, rezaron y se sentaron a comer tranquilamente; luego él se regresó a su trabajo, y ella se quedó regando el jardín de la casa. Ella entendió que el escaparse estuvo mal, y ofreció a su padre no volver a desaparecer abruptamente..

LLAMADAS:   
(1)   cortas de café .  al iniciar Diciembre,
(2)    El “rendez vous” termino francés para expresar encuentro.                                                                   
(3)   Río Agua Caliente se             forma  de la confluencia del  río Azacualpa y las quebradas Barranca Victoria y El Muerto, al noroeste de la ciudad de Armenia. Finaliza su recorrido en el punto conocido como canal río Copapayo.

(4)   Estrenaría-costumbre para ultimo dia del año de usar por vez primera un vestido.

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